El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha apartado del ministerio a un sacerdote como conclusión de un proceso penal canónico que lo ha declarado culpable de haber cometido abusos sexuales a un menor a principios de los años 90 en Reus (Tarragona).
El Arzobispado de Tarragona lo ha secularizado y le ha impuesto una multa económica en reparación por los daños causados, informa este viernes en un comunicado.
Esta decisión ha sido tomada a raíz del proceso penal canónico, ordenado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que se inició en febrero de 2024, después de que el arzobispo tuviera conocimiento de los hechos en septiembre de 2022 y realizó la preceptiva investigación previo, tras lo que trasladó el expediente al Dicasterio.
Pese a la prescripción de los hechos ocurridos, el arzobispo consideró necesario solicitar al Vaticano la derogación de dicha prescripción, y el Dicasterio ordenó la celebración de un proceso penal extrajudicial, que se ha llevado a cabo en colaboración con el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en Madrid.
El arzobispado ha señalado que, dado que los hechos han prescrito civilmente de acuerdo con el artículo 131 del Código Penal, ha esperado a la conclusión del proceso para informar a las autoridades civiles de las actuaciones realizadas y de su resultado.
El Arzobispado ha señalado que durante todo el proceso ha acompañado a la víctima y le ha brindado el apoyo y, una vez concluido, el arzobispo Planellas ha vuelto a pedirle perdón por los abusos que sufrió.
El Arzobispado de Tarragona ha reafirmado su condena ante todo abuso sexual, de poder y de conciencia, especialmente cuando se haya cometido en el ámbito de la Iglesia contra un menor, e invita a denunciar estos hechos ante las autoridades civiles y la Oficina de Prevención y Protección de Abusos del Arzobispado.
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