La Fira del Llibre Vell del Passeig de Gràcia, un tesoro europeo en riesgo de desaparecer por el vandalismo

Los desperfectos valorados en 15.000 euros durante la 74ª edición ponen en peligro la continuidad de la feria del libro más antigua de Europa

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Las pintadas en los plafones de la Fira del Llibre Vell del Passeig de Gràcia Foto: X

 

La Fira del Llibre Vell del Passeig de Gràcia, la más antigua de toda Europa y una cita ineludible para los amantes de los libros y las ediciones históricas, podría no celebrarse en 2026. El Gremi de Llibreters de Vell de Catalunya, organizador del evento, alerta de la grave situación económica que atraviesan tras los desperfectos ocasionados durante la última edición, valorados en unos 15.000 euros. El incidente, derivado de una manifestación, ha dejado en entredicho la capacidad del Gremi para afrontar los gastos del próximo año y pone en riesgo la continuidad de una tradición con más de siete décadas de historia.

El vocal del Gremi, Marçal Font Espí, explica que los daños fueron consecuencia de actos vandálicos ajenos a la organización. “Entendemos la buena intención y que viene de la ignorancia, que es un monstruo muy peligroso”, afirma. Según cuanta Marçal, el problema no radica en las causas que motivaron la manifestación, sino en la forma en que algunos participantes decidieron expresarse. “No criticamos la idea de la protesta, pero sí pedimos que se vaya más allá y se actúe sobre lo real, no sobre las pintadas que luego se suben a las redes sociales”, lamenta.

 

Los desperfectos han afectado a más de 120 plafones de la feria, estructuras que forman parte esencial del montaje y que requerirán un tratamiento especializado para su restauración. El Gremi ya negocia con la empresa contratada la manera de subsanar los daños, aunque la factura es elevada. “Estamos hablando de un coste muy grande para un gremio como el nuestro, y puede condicionar las cuentas del próximo año”, advierte Font Espí. Si la aplicación del producto químico necesario resulta demasiado cara, se verán obligados a reemplazar todos los plafones dañados, una inversión que se antoja inasumible.

La situación, señala, impacta directamente en la base del sector: los trabajadores y pequeños libreros. “Al final, como siempre, han afectado a la clase trabajadora”, subraya Font Espí. “Para una gran empresa o una editorial potente, esta cifra puede parecer residual; pero para nosotros, que vivimos de ferias, de librerías pequeñas y de la pasión por el libro, es un golpe muy duro”, insiste. Con este gasto, el colchón económico que permitía al Gremi planificar la próxima edición ha desaparecido por completo.

A la dificultad económica se suma la falta de apoyo institucional. “No hemos tenido ningún contacto por parte del Ayuntamiento”, denuncia el representante. En su opinión, el consistorio debería implicarse en la búsqueda de soluciones, ya que los daños se produjeron en un espacio público y en el marco de una concentración que, según recalca, no contó con la seguridad adecuada. “El Ayuntamiento, al no garantizar la seguridad ciudadana, podría ayudar a preservar una feria que forma parte del patrimonio cultural europeo”, defiende. “Se escapa de nuestras posibilidades poner ahí un equipo de policías para frenar los asaltos”, concluye.

De este modo, la incertidumbre planea sobre el futuro de la Fira del Llibre Vell del Passeig de Gràcia, un evento que desde hace 74 años da vida al centro de Barcelona y rinde homenaje al valor histórico, sentimental y cultural de los libros. Su continuidad dependerá ahora de si el Gremi logra compensar las pérdidas y del grado de compromiso que las instituciones estén dispuestas a asumir para salvar la feria del libro más antigua de Europa.

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