Miles de personas celebran un desfile del 12 de Octubre lleno de tradición, aplausos y tensión política
Felipe VI y Letizia, acompañados por la princesa Leonor y la infanta Sofía, encabezan la parada militar con motivo de la Fiesta Nacional. Miles de ciudadanos muestran su apoyo a las Fuerzas Armadas mientras se producen abucheos a Pedro Sánchez.
Miles de personas celebran el 12 de Octubre con una jornada marcada por la solemnidad y la participación ciudadana. Aunque las condiciones meteorológicas obligan a ajustar algunas exhibiciones, la presencia de la Familia Real y la respuesta del público resaltan la relación simbólica entre la ciudadanía y las Fuerzas Armadas, al mismo tiempo que evidencian la tensión política existente.
La presencia de la Familia Real
Los actos comienzan puntualmente a las 11 de la mañana con la llegada de Felipe VI, vestido con el uniforme de gala de la Armada como capitán general de los ejércitos, y de la reina Letizia. La princesa Leonor, con el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio, y la infanta Sofía, que vuelve tras dos años fuera por sus estudios en Gales, completan la línea familiar.
Los monarcas reciben honores militares y una revista de la guardia por parte del jefe de Batallón de Honores antes de saludar a las autoridades presentes. La ceremonia combina protocolo, emoción y detalle militar, destacando la implicación directa de la Familia Real en un acto que simboliza la continuidad de la institución y su cercanía con la sociedad.
Desfile aéreo y terrestre
El programa incluye una exhibición aérea adaptada a las condiciones climáticas, con la presencia de cazas Eurofighter, F-18 y Harrier, mientras que los aviones de transporte y los helicópteros quedan fuera debido a la lluvia y las nubes. La novedad es la participación de la Formación Mirlo, con cinco Pilatus PC-21 que simulan los colores de la bandera de España con humo de colores, sustituyendo a la Patrulla Águila recientemente retirada.
El desfile terrestre muestra 123 vehículos militares, incluyendo acorazados y maquinaria pesada, así como 39 motocicletas, 229 caballos y seis perros de servicio. La Legión participa con su famoso borrego Baraka, símbolo de buena suerte, mientras que la Unidad Militar de Emergencias desfila con dos unidades, celebrando su 20º aniversario. En total, 3.847 miembros de las Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otras instituciones participan con uniforme de gala, 524 de los cuales son mujeres, representando el 13,6% del total.
Reacción del público y contexto político
Los ciudadanos que llenan las vías centrales de la capital aplauden y muestran afecto a las tropas, aunque se producen los tradicionales silbidos y abucheos dirigidos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debido a las recientes investigaciones judiciales que afectan al PSOE y a su entorno.
Al mismo tiempo, el líder de Vox, Santiago Abascal, decide seguir el acto desde la calle, evitando coincidir en la tribuna con Sánchez y declarando que prefiere estar "al lado del pueblo español y lejos de un gobierno corrupto y criminal". Varias autoridades autonómicas y ministros también faltan, ya sea por compromisos oficiales en el extranjero o por motivos logísticos derivados del mal tiempo en Baleares, Valencia y Murcia.
Momento más esperado: el salto paracaidista
Uno de los instantes más delicados de la jornada es el salto de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio, que este año aterriza en un lugar secundario debido a la lluvia. Los sargentos primeros Óscar Marsal Hernández y José Carlos González Herrera portan la bandera nacional de 24 metros cuadrados y 15 kilos. Con miles de saltos en su historial, completan con éxito la maniobra sin incidentes, ofreciendo un espectáculo visual que capta la atención de todos los asistentes.
Clausura del acto y recepción en el Palacio Real
Finalizado el desfile, se iza la bandera y se rinde homenaje a los caídos por España, seguido del sobrevuelo con los colores nacionales. Posteriormente, la Familia Real saluda a las autoridades y participantes, culminando la ceremonia con una recepción en el Palacio Real, donde Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía se encuentran con los máximos representantes políticos y militares.
La jornada combina protocolo, emoción, exhibición militar y contexto político, reafirmando la presencia de la monarquía en la vida pública y manteniendo el vínculo entre ciudadanía y Fuerzas Armadas, todo en un escenario marcado por la tradición y la implicación de miles de españoles.
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