Los embalses de Catalunya están al 72,8% de su capacidad, mientras España registra una media del 51,3%

Los embalses de las cuencas internas de Catalunya muestran un leve descenso, pero se mantienen muy por encima de la media nacional. España en su conjunto presenta un 51,3% de capacidad, con fuertes diferencias regionales y sequías localizadas.

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El pantano de Sau, a 22 de junio de 2024, en Vilanova de Sau, Barcelona, Catalunya (España). - Archivo - Europa Press

 

Tras años de sequía y restricciones, los datos más recientes de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) muestran que Catalunya mantiene un nivel elevado de reservas, superior a la media nacional, pero la escasez de precipitaciones en gran parte del país y los descensos semanales indican que el agua sigue siendo un recurso vulnerable. Este reportaje detalla la situación cuenca a cuenca, compara con España, y analiza los desafíos futuros.

 

Estado actual de los embalses en Catalunya

Las cuencas internas catalanas se sitúan al 72,8% de su capacidad, con un volumen total de 494,1 hectómetros cúbicos, según la ACA. Esto representa un descenso leve de 0,7 puntos respecto a la semana anterior, cuando se encontraba al 73,5%.

A pesar de la caída, Catalunya mantiene reservas muy por encima del umbral de sequía, fijado en el 60%. “Aunque las lluvias recientes han mejorado la situación, los niveles aún no reflejan la plena recuperación”, destacan desde la ACA.

El año hidrológico 2024-2025 fue favorable para la recuperación de los embalses catalanes, gracias a precipitaciones abundantes entre enero y abril de 2025. En abril, las reservas superaron el 60% de la capacidad total y en algunas cuencas incluso alcanzaron más del 80%, acercándose a los niveles previos a la sequía severa que afectó a la región entre 2022 y 2024.

 

Sistema Ter-Llobregat y embalses estratégicos

El sistema Ter-Llobregat, que abastece a Barcelona, su área metropolitana, Girona y parte de Lleida, mantiene un nivel del 75,9%, ligeramente inferior al 76,6% de la semana pasada. Este sistema incluye los embalses de Sau, Susqueda, La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç, esenciales para garantizar el suministro urbano y agrícola de gran parte del territorio catalán.

Otros embalses fuera del sistema presentan variaciones importantes: Sau disminuyó del 56% al 54,3%, Riudecanyes cayó al 31,6%, mientras que Susqueda mejoró ligeramente hasta el 84,2%. Estas fluctuaciones reflejan una distribución desigual de los recursos hídricos dentro de Catalunya, que depende tanto de la pluviometría local como de la gestión de cada cuenca.

 

Comparativa con España: desigualdad hídrica marcada

A nivel nacional, los embalses peninsulares se sitúan al 51,3% de su capacidad, con un descenso de 165 hectómetros cúbicos respecto a la semana anterior. Este nivel es superior al mismo periodo del año pasado (50%) y siete puntos por encima de la media de la última década (43,9%).

Los embalses destinados a la producción de energía eléctrica están al 56,9%, mientras que los de uso consuntivo —consumo humano y agricultura— se encuentran al 48,8%, con un total de 18.924 hm³ de agua. Las cuencas con menor nivel son Segura (18,6%), Guadalete-Barbate (41,1%), Guadalquivir (41,2%) y Cuenca Mediterránea Andaluza (43,2%), mientras que Galicia Costa (69,6%) y las cuencas internas del País Vasco (71,4%) presentan una situación más favorable.

En este contexto, Catalunya destaca por mantener reservas muy superiores a la media nacional, situándose en torno al 72,8%, lo que garantiza un suministro más estable para consumo urbano, riego y producción energética, en contraste con otras regiones que enfrentan restricciones o alertas.

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Reserva Hídrica - 

 

Evolución histórica: de la sequía a la recuperación

La sequía prolongada entre 2022 y 2024 afectó gravemente a Catalunya y al resto del país. Durante los peores meses, algunos embalses catalanes cayeron por debajo del 30% de su capacidad.

El año 2025 marcó un punto de inflexión: fuertes lluvias primaverales permitieron recuperar los niveles de los embalses, y en la primera semana de marzo se duplicó el agua almacenada respecto al mismo periodo de 2024. Según expertos, “El inicio del año más lluvioso en varias décadas ha sido clave para la recuperación de nuestros embalses”.

Históricamente, los embalses españoles alcanzaron niveles cercanos al 85% en la primavera de 2013 y 2014, pero no se han repetido desde entonces. La tendencia descendente es más marcada en la vertiente Atlántica, donde se encuentran los principales ríos y cuencas afectadas, como Guadalquivir, Guadalete-Barbate y Guadiana.

 

Inicio del nuevo año hidrológico y precipitaciones bajas

El año hidrológico 2025-2026 comenzó el 1 de octubre. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hasta el 28 de octubre se registraron 33 l/m², un 51% por debajo de la media histórica de 68 l/m² para este periodo (1991-2020).

Las precipitaciones acumuladas se mantienen por debajo de los valores normales en todo el territorio, excepto en algunas zonas del levante (Almería hasta delta del Ebro), áreas del Sistema Central y sur de Huelva, y las islas de Ibiza y Mallorca.

Este déficit inicial explica los descensos semanales en la mayoría de los embalses, aunque Catalunya sigue relativamente protegida gracias a la recuperación lograda en 2025.

Reserva Total Embalsada
Reserva Total Embalsada

Zonas de sequía y alerta en España

El 8,5% de la península se encuentra en sequía prolongada, con 16 unidades territoriales afectadas. Destacan Guadalete-Barbate, Tinto-Odiel y Piedras, Ebro, Cantábrico Occidental y cuencas internas del País Vasco.

Además, el 8,2% del territorio peninsular está en situación de emergencia (2,5%) o alerta/excepcionalidad (5,7%). Tres zonas se encuentran en escenario de emergencia, dos en Guadiana y una en cuencas mediterráneas andaluzas. El número de zonas en alerta ha pasado de siete a 18, siete de ellas en la cuenca del Guadalquivir. Estas situaciones reflejan la escasez coyuntural de agua, vinculada a la dificultad de atender la demanda pese a la disponibilidad de recursos hídricos.

 

Impactos y gestión del agua en Catalunya

La disponibilidad de agua en Catalunya tiene un impacto directo en consumo urbano, agricultura y generación eléctrica. La ACA y los expertos subrayan la necesidad de estrategias de gestión que incluyan:

  • Sistemas de riego localizado y eficiencia agrícola.
  • Reutilización de aguas residuales y almacenamiento estratégico.
  • Concienciación ciudadana sobre el ahorro y uso responsable del agua.

 

“La gestión eficiente del agua será crítica para evitar riesgos de escasez”, explican desde la ACA. Catalunya ha logrado una ventaja relativa frente a otras regiones, pero la falta de lluvias sostenidas podría revertir esta situación.

 

Perspectivas a corto y medio plazo

Aunque Catalunya mantiene embalses relativamente llenos, el seguimiento de precipitaciones y temperaturas es clave para mantener los niveles actuales. La combinación de baja pluviometría, variabilidad climática y alta demanda urbana y agrícola puede presionar nuevamente las reservas.

En España, la atención se centra en gestionar las cuencas más afectadas, especialmente en el sur y sureste, donde los embalses consuntivos y de riego presentan niveles críticos. La planificación hidrológica, el control del consumo y la inversión en infraestructura de almacenamiento serán determinantes para garantizar la seguridad hídrica en los próximos meses.

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