Increíble pero cierto: los Mossos cazan a un niño de 11 años conduciendo de noche por la C-32

El padre, orgulloso copiloto, podría acabar en prisión tras dejarle el volante “porque le gusta conducir”

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Recurso   Mossos d'Esquadra
Mossos d'Esquadra, sorpresa - CANVA - EUROPA PRESS

 

En una escena que parece sacada de una película, los Mossos d'Esquadra interceptaron este miércoles por la noche a un niño de tan solo 11 años conduciendo un coche por una zona de descanso de la carretera C-32, a la altura del municipio de El Masnou, en el Maresme. El vehículo circulaba de forma errática, lo que despertó la sospecha de una patrulla de tráfico. Lo que descubrieron al acercarse fue completamente inesperado: el menor estaba al volante, y su padre sentado en el asiento del copiloto.

Según ha adelantado ElCaso.cat, el padre justificó su temeraria decisión asegurando que su hijo es un apasionado del motor y que "le gusta mucho conducir". Una explicación que no ha convencido a los agentes, quienes procedieron a denunciarlo penalmente por permitir y facilitar la conducción a un menor sin permiso de conducir, en una vía abierta al tráfico, lo que constituye una infracción del artículo 384.2 del Código Penal.

Este artículo contempla penas de prisión de entre 1 y 6 meses por conducción sin carnet como autor mediato, es decir, cuando un adulto permite que otra persona, que legalmente no puede conducir, lo haga en su lugar. Además de poner en peligro la vida del niño y del propio padre, también se comprometió la seguridad del resto de usuarios de esta vía secundaria de la C-32.

Los hechos ocurrieron poco antes de las diez de la noche, una hora a la que, como apunta ElCaso.cat, "este niño no solo no debería estar conduciendo, sino ya en la cama". Los Mossos han informado también a la Fiscalía de Menores, aunque al tratarse de un menor de 14 años, no puede ser penalmente imputado.

Este caso ha sorprendido incluso a los propios especialistas de tráfico de los Mossos consultados por ElCaso.cat, quienes no recuerdan ningún otro caso en Catalunya en que un menor tan pequeño haya sido sorprendido conduciendo un vehículo en una vía abierta al tráfico. La hemeroteca está llena de ejemplos de padres que permiten a sus hijos adolescentes (de entre 14 y 17 años) ponerse al volante, pero lo ocurrido en El Masnou marca un nuevo y preocupante precedente.

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