Una rata gigante devora a un bebé de 6 meses mientras estaba en su cuna

Un horroroso incidente ha sacudido a la comunidad de Belton, Carolina del Sur (Estados Unidos), después de que una rata de gran tamaño comenzara a morder a una bebé de seis meses, dejándola cubierta de marcas de mordeduras y sangre. El aterrador suceso ocurrió en la madrugada del viernes, cuando la madre del bebé llamó al 911 desesperada, informando que su hija estaba siendo atacada por el roedor en su cuna.

Los agentes del Departamento del Sheriff del Condado de Anderson (ACSD) acudieron rápidamente a la vivienda en la calle D y M, donde encontraron sangre por toda la cuna y a la bebé con marcas de mordeduras en sus brazos, nuca, orejas y cara. Inmediatamente, la niña fue trasladada al Greenville Memorial Hospital, donde se está recuperando de sus graves heridas.

Lo más escalofriante es que el hermano gemelo de la bebé también tenía marcas de mordeduras en los pies, lo que sugiere que la infestación de ratas no era un incidente aislado, sino un problema constante en la vivienda familiar. Akayla y Justin Bearden, los padres de los niños, ambos de 24 años, admitieron que habían estado lidiando con ratas en su casa durante meses, pero a pesar de los peligros evidentes, continuaron permitiendo que sus hijos vivieran en ese entorno insalubre.

Debido a este descuido, los Bearden fueron arrestados y acusados de conducta ilegal hacia un niño. Los tres hijos de la pareja han sido puestos bajo el cuidado de los servicios de protección infantil mientras se lleva a cabo la investigación.

El estado de salud de la bebé es mejor de lo que se esperaba, y su hermano gemelo también se está recuperando satisfactoriamente. Sin embargo, la pequeña permanecerá hospitalizada durante los próximos días. Los padres se enfrentarán a un juicio el 31 de julio y tienen prohibido tener contacto con sus hijos a menos que los servicios de protección infantil lo autoricen.

Según la ley de Carolina del Sur, la conducta ilícita hacia un menor es un delito grave que puede conllevar una pena de prisión de hasta 10 años. Este caso subraya la seriedad del maltrato infantil y destaca la necesidad de tomar medidas inmediatas en situaciones de riesgo para menores.