El asesino confeso de un anciano en Weymouth (Inglaterra), sentenciado a cadena perpetua

Un joven de 19 años ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato de un hombre de 75 años al que agredió tras ser recriminado por causar daños a una furgoneta. Jake Saunders atacó brutalmente a Anthony Jacob el 10 de diciembre de 2024 en la calle Abbotsbury Road, en Weymouth (Dorset). La víctima fue trasladada en helicóptero al hospital, donde falleció el 19 de diciembre a causa de sus heridas.

Saunders, residente de la misma localidad, se declaró culpable de asesinato y de tres cargos por agredir a agentes de policía, además de dos delitos de daños materiales. El tribunal de la Corona de Bournemouth le impuso una pena de prisión perpetua, con un mínimo de 15 años antes de poder optar a libertad condicional.

Durante su detención, efectuada en Newstead Road poco después del ataque, Saunders agredió a tres policías mientras se encontraba bajo custodia.

El homenaje de la familia

Tras la sentencia, la familia de Anthony Jacob expresó su profundo agradecimiento a los servicios de emergencia, incluidos los agentes de policía, los sanitarios, el equipo de la ambulancia aérea y el personal del Hospital General de Southampton. Un portavoz dijo a los servicios de emergencia que “hicisteis todo lo posible por salvarle la vida y lo cuidasteis con dignidad y respeto. Gracias a vosotros, pudimos estar con él, tomarle de la mano por última vez y despedirnos.”

La familia también destacó la valentía de los testigos que dieron un paso al frente para declarar, asegurando que les estarán “eternamente agradecidos”.

“Fue pura maldad”

El portavoz familiar calificó la pérdida como “devastadora” y contó que cientos de personas asistieron al funeral del señor Jacob.

“Era un hombre honesto, trabajador y con un alma bondadosa. No merecía lo que le ocurrió. La vida ya no será la misma sin él, y ninguna sentencia podrá compensar lo que Jake Saunders hizo. Fue un acto de pura maldad”, aseguran desde la familia.

El inspector jefe Neil Third, de la Policía de Dorset, describió el ataque como “sin sentido y no provocado”, y aseguró que sus pensamientos siguen con la familia y amigos de la víctima.