Una pareja quiso ser amiga de los osos... y fue devorada mientras gritaban de pánico
Las últimas palabras de Timothy fueron: “¡Me están matando aquí afuera!"
Los medios internacionales recuerdan estos días una tragedia que estremeció al mundo y que, más de dos décadas después, sigue generando impacto. Una pareja de ecologistas, Timothy Treadwell y Amie Huguenard, perdió la vida de la forma más espeluznante posible tras un intento fallido de convivir pacíficamente con osos pardos salvajes en el Parque Nacional Katmai, Alaska.
Timothy, de 46 años, llevaba 13 veranos acampando junto a osos grizzly, convencido de que eran criaturas incomprendidas con las que mantenía una conexión espiritual. Su novia Amie, de 37 años, lo acompañó por última vez en octubre de 2003, a pesar de que había confesado a sus amigos que temía por su vida y planeaba regresar a California para iniciar un nuevo trabajo.
El día antes de abandonar el campamento, un oso de más de 450 kg los atacó mientras estaban en su tienda. Aunque el ataque no fue grabado en video, la cámara de Timothy registró los últimos y desgarradores minutos de vida de ambos: se escucha a Amie suplicando y gritando mientras intenta defender a su pareja golpeando al animal con una sartén. Timothy grita: “¡Me están matando aquí afuera!”, segundos antes de que sus gritos se apaguen.
El piloto que debía recoger a la pareja encontró al animal alimentándose de restos humanos. Posteriormente, el oso fue abatido y se hallaron en su estómago cuatro bolsas de basura llenas de restos humanos. También se recuperaron partes del cuerpo de Tim, como su cabeza mutilada y un brazo aún con el reloj puesto.
El Servicio de Parques Nacionales concluyó que la pareja acampó en una zona peligrosa durante una temporada crítica, donde los osos compiten ferozmente por alimento antes de la hibernación. La decisión de permanecer en ese lugar, junto con el historial de Timothy de acercarse a los osos, pudo haber desencadenado el ataque.
El estremecedor caso fue documentado en el aclamado documental “Grizzly Man” del director Werner Herzog, quien escuchó el audio y declaró que nadie más debería oírlo. Este trágico final recuerda los peligros de idealizar a la naturaleza salvaje y actuar bajo falsas percepciones de invulnerabilidad.
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