Una enorme avalancha sepulta el 90% del pueblo suizo de Blatten tras el desprendimiento de un glaciar
Las autoridades habían evacuado a los 300 vecinos días antes por el riesgo inminente; hay un desaparecido y el ejército participa en las tareas de búsqueda
Lo que desde hacía semanas se temía en Blatten, una pequeña localidad de los Alpes suizos, se ha convertido finalmente en una tragedia. Este miércoles, un desprendimiento masivo de la glaciar Birch provocó una avalancha de rocas, hielo y nieve que ha sepultado el 90% del pueblo, según informaron las autoridades del cantón de Valais, en el suroeste del país.
El alud se produjo poco antes de las 15:30 h, cuando una parte inestable del glaciar cedió y liberó más de 3,5 millones de metros cúbicos de material, arrastrando todo a su paso hasta el valle donde se sitúa Blatten. El impacto fue tan potente que generó incluso un temblor de magnitud 3,1 en la escala de Richter, perceptible en la región.
Población evacuada, pero hay un desaparecido
Afortunadamente, los alrededor de 300 vecinos del municipio ya habían sido evacuados el pasado 19 de mayo, después de que expertos en riesgos geológicos alertaran de un aumento progresivo en la inestabilidad del terreno. No obstante, una persona permanece desaparecida: se trata de un hombre de 64 años, residente local, que se encontraba en la zona afectada en el momento del desastre.
Las labores de búsqueda se han desplegado inmediatamente, con drones equipados con cámaras térmicas sobrevolando el área en busca de señales de calor corporal. Las condiciones meteorológicas, sin embargo, han dificultado la operación, aunque se espera una mejora del tiempo para este jueves que permita retomar los trabajos de rescate con mayor eficacia.
Un desastre anunciado
Lejos de ser un fenómeno imprevisto, lo ocurrido en Blatten responde a un proceso geológico seguido de cerca por los expertos. En declaraciones recogidas por medios locales, el geólogo Kamal Weiss, uno de los técnicos que supervisaban la evolución del glaciar, explicaba que el alud era casi inevitable: “Sabíamos que era cuestión de tiempo. El terreno estaba saturado de agua por el deshielo, y la lengua de la glaciar actuaba como una cuña inestable entre la roca y el vacío. Ha sido un desastre natural, sí, pero no inesperado”.
De hecho, las primeras señales de riesgo aparecieron a mediados de mayo, cuando se detectó un aumento del desprendimiento de fragmentos de roca. Ante el peligro, las autoridades tomaron la decisión de evacuar el municipio por precaución, una medida que, a la vista de los hechos, ha salvado probablemente decenas de vidas.
Riesgo de represamiento en el río Lonza
Uno de los efectos colaterales del alud ha sido la obstrucción del cauce del río Lonza, que ha quedado sepultado bajo toneladas de material. Este fenómeno aumenta el riesgo de embalsamientos y nuevas inundaciones si el agua no logra circular con normalidad. Equipos de Protección Civil y técnicos especialistas en hidrología están evaluando la situación para tomar decisiones urgentes.
El Gobierno del cantón de Valais ha solicitado el apoyo del ejército suizo, que ya ha comenzado a movilizar tropas y medios técnicos en la zona para colaborar en las tareas de rescate y contención de daños.
Un escenario que se repite
La tragedia de Blatten no es un caso aislado. En 2023, el pueblo de Brienz vivió una situación similar, con el desalojo completo de la población ante el riesgo de una gran caída de rocas. Estos fenómenos ponen de relieve cómo el cambio climático está acelerando la inestabilidad de zonas glaciares, generando un nuevo tipo de amenazas en entornos tradicionalmente considerados seguros.
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