VÍDEO | Alerta climática en China: inundaciones extremas obligan a evacuar a más de 80.000 personas

La región suroeste de China vive estos días una de las catástrofes naturales más devastadoras de su historia reciente. El río Duliu, en la provincia de Guizhou, ha experimentado una crecida excepcional de hasta 11 metros, provocando el desbordamiento de cauces, el colapso de infraestructuras y la evacuación de más de 80.000 personas.

El fenómeno ha sorprendido por su rapidez e intensidad, dejando un paisaje desolador: casas sumergidas, campos anegados, puentes derrumbados y poblaciones enteras desplazadas en cuestión de horas.

Evacuaciones masivas y comunidades bajo el agua

Según medios estatales chinos, hasta la tarde del martes unas 80.900 personas habían tenido que abandonar sus hogares. En el condado de Rongjiang, uno de los más afectados, se reporta que un campo de fútbol quedó cubierto por más de tres metros de agua, lo que da cuenta del nivel extremo que alcanzaron las inundaciones.

Las imágenes difundidas por la televisión pública CCTV muestran escenas dramáticas: puentes colapsados, calles convertidas en ríos de lodo y equipos de rescate desplazándose en botes por zonas completamente inundadas. En muchos casos, el agua llegaba a las rodillas de los socorristas, lo que dificultaba las tareas de evacuación.

Testimonios de una tragedia repentina

Long Tian, uno de los habitantes afectados, relató a la agencia oficial Xinhua cómo vivió el momento en que el agua comenzó a subir:

"El nivel subió muy rápidamente. Me quedé atrapado en el tercer piso esperando a ser rescatado. Por la tarde ya me habían trasladado a un lugar seguro."

Las escenas vividas por la población son tan sobrecogedoras como angustiosas. En uno de los vídeos compartidos por medios locales, un camionero llamado You Gouchun cuenta cómo fue rescatado tras quedar colgado del borde de un puente derrumbado. Su testimonio refleja el nivel de peligro al que se han visto expuestos miles de ciudadanos.

Emergencia climática y esfuerzos de rescate

Las autoridades chinas han desplegado un amplio operativo de emergencia, movilizando equipos de rescate, barcos y personal sanitario. En varias zonas se han habilitado centros de evacuación y refugios temporales, sobre todo en escuelas y edificios públicos, donde se aloja a las familias desplazadas.

Además de los esfuerzos humanos, el gobierno también ha alertado sobre posibles nuevos episodios de lluvia intensa que podrían empeorar la situación en los próximos días. La prioridad es garantizar la seguridad de los residentes y evitar más víctimas, mientras se evalúan los daños materiales y se comienza a trazar un plan de recuperación.

Un desastre con impacto más allá de lo local

Las inundaciones en Guizhou no solo son un drama local, sino también un ejemplo más de cómo el cambio climático puede provocar fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos. En este caso, la topografía montañosa de la provincia y la intensidad de las lluvias han generado una combinación especialmente destructiva.

Este episodio pone de relieve la urgencia de mejorar los sistemas de prevención y alerta temprana, así como de adaptar las infraestructuras a los nuevos desafíos climáticos. Las consecuencias humanas y económicas de desastres como este nos recuerdan la importancia de trabajar desde ya por un futuro más resiliente.