El incendio de Aude ya quema 12.000 hectáreas, deja un muerto y alcanza a la Catalunya Nord
Desde el martes por la tarde, el fuego avanza sin control por la región del sur de Francia
Un violento incendio forestal declarado este lunes en el departamento francés de Aude, en la región de Occitania, ha arrasado ya más de 12.000 hectáreas y ya ha alcanzado la zona de la Catalunya Nord, donde ha quemado al menos 2.400 hectáreas. Las llamas han obligado a evacuar una treintena de viviendas y dos campings en Sant Laurenç de la Cabrerissa y Talançan, mientras más de 18.000 personas permanecen confinadas por prevención.
El fuego se originó entre las localidades de Tournissan, Lagrasse y Fabrezan, cerca de Carcasona, y se propagó rápidamente debido a las altas temperaturas, la extrema sequedad del terreno y las intensas rachas de tramontana. Durante la madrugada del martes, el incendio alcanzó el departamento de Pirineos Orientales, afectando directamente a zonas de la Catalunya Nord, donde ya se contabilizan daños significativos.
El balance provisional deja una mujer muerta, que no logró ser evacuada a tiempo en Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse, diez personas heridas, una de ellas en estado crítico por quemaduras graves, y una persona desaparecida. Las autoridades francesas han activado centros de acogida de emergencia y han procedido al cierre de la autopista A9 entre Perpiñán y Narbona, además de otras vías locales.
Más de 1.250 bomberos participan en las labores de extinción, incluidos 300 efectivos desplegados en Catalunya Nord. También se han movilizado 14 medios aéreos y unidades de refuerzo, entre ellas la Unidad Militar de Emergencias (UME), que colabora en tareas de contención en la zona fronteriza.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado su solidaridad con los afectados y ha garantizado el uso de “todos los recursos del Estado” para controlar la emergencia. Por su parte, la consellera de Interior, Núria Parlon, ha advertido que “las próximas horas seguirán siendo críticas” debido a la virulencia del fuego, el viento persistente y la previsión de temperaturas extremas.
Las autoridades mantienen el dispositivo de máxima alerta mientras el incendio sigue activo y fuera de control en varios puntos. Se trata ya de uno de los peores fuegos del verano en Europa, y vuelve a evidenciar la urgencia climática y la necesidad de reforzar la cooperación transfronteriza en materia de prevención y respuesta ante catástrofes naturales.
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