Prenden fuego a un joven de 19 años por una disputa familiar en plena calle
Jacob Thompson sufrió quemaduras en más del 30% de su cuerpo tras ser atacado con un líquido inflamable en Nueva Gales del Sur, Australia
Un brutal ataque ha conmocionado a Australia. Jacob Thompson, un joven de 19 años, sufrió graves quemaduras en el 32% de su cuerpo después de que presuntamente le prendieran fuego durante una disputa familiar en el pequeño pueblo rural de Coonabarabran, en el estado de Nueva Gales del Sur, el pasado 13 de octubre.
Según informaciones recogidas por el Australian Daily Telegraph, el adolescente fue rociado con un líquido inflamable antes de que un grupo de personas le prendiera fuego en plena calle, en Cowper Street. Vecinos que presenciaron la escena corrieron a ayudarle y lograron apagar las llamas, antes de que fuera trasladado de urgencia a cuidados intensivos.
La Policía de Nueva Gales del Sur investiga el caso y ha declarado que el ataque estaría relacionado con una disputa entre dos familias locales. En el comunicado, las autoridades señalaron a Aaron Valette, también de 19 años, como el presunto agresor. Valette habría amenazado a Jacob momentos antes del ataque, advirtiéndole: “Si te acercas más, te quemo”, mientras sostenía una botella de plástico con un líquido desconocido.
Instantes después, presuntamente arrojó el líquido sobre Jacob y lo incendió, dejándolo con quemaduras de tercer grado en la cara, el torso, los brazos, la espalda y las piernas.
El joven fue trasladado en helicóptero médico al Hospital Concord de Sídney, donde permanece en coma inducido y con soporte vital debido a la gravedad de sus heridas. Su familia, que presenció el terrible suceso, tuvo que huir de Coonabarabran por motivos de seguridad.
En un comunicado difundido en su página de recaudación GoFundMe, los familiares de Jacob expresaron su devastación:
“Debido a la gravedad de sus heridas y al daño en sus vías respiratorias, Jacob fue trasladado en avión a Sídney y puesto en coma inducido. Este incidente profundamente traumático fue presenciado por su familia inmediata y su pareja. Las cicatrices físicas y emocionales tardarán toda la vida en sanar”.
Jacob enfrenta ahora un largo proceso de rehabilitación y cirugías reconstructivas, además de la necesidad de mudarse a un entorno seguro para continuar con su tratamiento. Su caso ha generado una ola de solidaridad en Australia, donde cientos de personas han aportado donaciones para apoyar su recuperación.
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