La Zona de Bajas Emisiones de Tarragona entrará en vigor en 2023

La medida, impulsada por el Gobierno estatal dentro de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, afecta a todos los municipios de más de 50.000 habitantes como Tarragona. 

El Àrea de Mobilitat del Ayuntamiento hace meses que está trabajando en esta propuesta.  La implantación será «paulatina» y tanto el ámbito afectado como las diferentes fases de implementación serán progresivas, teniendo en cuenta que «más o menos en 2025 todo tiene que estar funcionando».

En 2023  esta Zona de Bajas Emisiones será una realidad en la zona centro, que incluye la Part Alta y los Barris Marítims, además del Eixample en una primera corona que limita con las vías del tren y las avenidas Vidal i Barraquer y República Argentina, hasta la avenida Catalunya y el paseo Torroja, rodeando el núcleo histórico para bajar de nuevo hacia la terminal ferroviaria.

La ayuda de 200.000 euros por parte de la Generalitat que ha recibido el Ayuntamiento de Tarragona servirá para la puesta en marcha de las primeras medidas, con una asistencia técnica por parte de una empresa auditora, además de la campaña de comunicación, sensibilización y explicación a la ciudadanía.

El siguiente paso será la señalización, con paneles en las entradas y señales viarias en el perímetro que recuerden a los conductores que están dentro de esta Zona de Bajas Emisiones.

La ayuda Next Generation que se solicitó el consistorio a finales de septiembre de este 2022  y que hace referencia a la implantación de un proyecto que en su conjunto asciende a un presupuesto de 5.342.441,01 euros permitirá sufragar los costes de las cámaras, que se instalarán en las entradas de la ciudad para leer la tipología de vehículos a partir de la matrículas. 

También incluye la plataforma informática que soporte la gestión de todos estos datos y que, en una fase posterior, debe permitir que empiece a multarse a los vehículos no autorizados.