Las 5 mejores playas de Catalunya para perderse este verano: rincones únicos entre el mar y la naturaleza
Desde calas salvajes en la Costa Brava hasta paraísos escondidos cerca de Barcelona, el litoral catalán ofrece algunas de las playas más espectaculares del Mediterráneo
Catalunya es mucho más que arte, cultura y gastronomía. A su imponente legado de Gaudí, al universo surrealista de Dalí, o al atractivo cosmopolita de Barcelona, se suma un factor imprescindible: el mar. Bañada por las aguas del Mediterráneo, esta comunidad autónoma presume de un litoral variado y sorprendente, donde conviven calas escondidas, playas vírgenes y arenales familiares con todos los servicios.
La Costa Brava, la Costa Daurada y el Delta del Ebro forman un mosaico costero que cautiva tanto a turistas como a locales. Te presentamos una selección de las que, sin duda, son algunas de las mejores playas de Catalunya para disfrutar del verano con los cinco sentidos.
1. Cala Sa Tuna (Begur, Girona): encanto marinero en estado puro
Ubicada en el corazón de la Costa Brava, Sa Tuna es una pequeña joya que parece sacada de una postal. Su origen marinero aún se respira en las casas tradicionales que bordean la cala, aportándole un aire pintoresco y acogedor. Esta cala de unos 80 metros de grava ofrece aguas cristalinas y tranquilas, protegidas de corrientes por la cercana punta d’es Plom.
Accesible y bien equipada, está situada junto al camino de ronda, lo que la convierte en un punto ideal para quienes disfrutan del senderismo junto al mar.
2. Cala Fonda (Tarragona): naturaleza en estado salvaje
También conocida como Waikiki, esta playa es uno de los secretos mejor guardados de la Costa Daurada. Rodeada por el bosque de la Marquesa, ha logrado mantenerse intacta frente al desarrollo urbanístico. No dispone de servicios ni instalaciones, pero ese es precisamente su encanto: desconexión total en plena naturaleza.
Es un destino habitual para quienes practican nudismo, y se accede a ella a pie desde la playa de la Móra o desde la playa Larga. El esfuerzo del camino se ve recompensado con un entorno único de arena gruesa y aguas limpias.
3. Playa Sa Boadella (Lloret de Mar): un oasis escondido entre acantilados
En medio del bullicioso entorno de Lloret de Mar, Sa Boadella se mantiene como uno de los últimos reductos vírgenes del municipio. Su acceso es algo más complicado: tras aparcar cerca de los Jardines de Santa Clotilde, hay que descender por un pequeño sendero rodeado de vegetación.
El esfuerzo merece la pena: un arenal natural, aguas calmadas y una atmósfera relajada, ideal tanto para familias como para quienes buscan tranquilidad. Es habitual ver allí bañistas que optan por el naturismo, aunque la playa es de acceso libre para todos los públicos.
4. Playa de Altafulla (Tarragona): historia y confort junto al mar
A pocos kilómetros de Tarragona se encuentra Altafulla, un municipio que conjuga a la perfección el legado histórico con un litoral amable y bien cuidado. Su casco antiguo medieval es uno de los más bonitos de la zona, y su playa, distinguida con Bandera Azul, es perfecta para pasar un día completo en familia.
Amplia, limpia y con todos los servicios, esta playa urbana cuenta con accesos adaptados para personas con movilidad reducida y zonas de descanso bien equipadas. Ideal para quienes no quieren renunciar a la comodidad sin perder el encanto del entorno.
5. Playa Illa Roja (Begur, Girona): belleza natural y silencio
Ubicada entre Begur y Pals, Illa Roja debe su nombre al característico color rojizo del promontorio rocoso que la divide en dos. Es una playa frecuentada por quienes buscan tranquilidad absoluta y suelen practicar el nudismo.
Se accede caminando desde la vecina playa de Pals, por un sendero que invita a una pequeña aventura. A pesar de su cercanía a zonas más turísticas, este enclave ha logrado conservar su espíritu natural y su atmósfera pausada, perfecta para quienes quieren desconectar por completo.
Un verano en clave mediterránea
Estas cinco playas son solo una muestra del inmenso patrimonio natural que ofrece el litoral catalán. Cada una, con su carácter propio, nos invita a reconectar con la naturaleza, el mar y la calma. Desde acantilados abruptos hasta arenales urbanos llenos de vida, Catalunya tiene una playa para cada persona y cada momento. Este verano, ¿cuál será la tuya?
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