Este pueblo rodeado de canales es el secreto mejor guardado de la Costa Brava

Lo llaman la Venecia catalana, pero tiene yates en lugar de góndolas y una tranquilidad que sorprende incluso en verano

|
Canales de Empuriabrava (1)
Canales de Empuriabrava - CANVA

 

En plena Costa Brava existe un rincón único que sorprende por su urbanismo, su calma y su atmósfera completamente distinta al resto del litoral catalán. No es un destino masificado, ni famoso por sus playas —aunque las tiene—. Lo que la hace especial son sus canales, que la han llevado a ser comparada con ciudades como Venecia o Ámsterdam.

Esta localidad, que muchos descubren por casualidad, destaca por su red de más de 25 millas navegables, con casas blancas, jardines y barcos atracados literalmente en la puerta de cada vivienda. Una marina residencial única en Europa que se ha convertido en refugio de quienes huyen del turismo masivo.

Una ciudad entre canales, con alma catalana

Aunque se habla poco de sus playas, su urbanismo acuático ha captado la atención incluso de medios internacionales. El diario británico The Mirror recogía recientemente el testimonio de un residente inglés que afirmaba: “Aparte de ser uno de los destinos turísticos más atractivos de la Costa Brava, también es uno de los pocos pueblos donde se puede pasear tranquilamente sin grandes multitudes”.

Y es que, aunque recibe turismo, no lo hace en las mismas cantidades que otras localidades cercanas como Pals, Begur o Palamós. La mayoría de visitantes son catalanes o españoles, y fuera de temporada el silencio reina en sus calles de agua.

Un puerto residencial sin comparación en Europa

Con menos de 50 años de historia y apenas 8.000 habitantes, este pueblo ha sabido ganarse un lugar especial en el mapa turístico. No solo es diferente por su estilo, sino que Empuriabrava (como se llama) es considerado el puerto deportivo residencial más grande de Europa.

Diseñado para integrarse con el agua, muchas casas tienen su propia embarcación y los canales se utilizan tanto para navegar como para moverse por la ciudad. Los visitantes pueden alquilar pequeñas barcas sin licencia y vivir la experiencia desde dentro.

Más que agua: playa, gastronomía y naturaleza

Aunque los canales sean su mayor atractivo, Empuriabrava también presume de una extensa playa de arena fina, perfecta para familias, parejas o grupos que buscan relax sin agobios. A lo largo del paseo marítimo hay restaurantes que ofrecen desde paellas hasta platos de cocina centroeuropea, reflejo del carácter internacional del lugar.

La zona también ofrece paddle surf, windsurf, kayak, buceo, rutas en bici, mercadillos, heladerías y terrazas frente al canal. Todo sin centros comerciales, sin rascacielos, y a una escala humana muy valorada por sus residentes y visitantes.

Rodeada de naturaleza

Muy cerca se encuentra el parque natural dels Aiguamolls de l’Empordà, un espacio protegido con rutas entre lagunas, marismas y observatorios de aves. Aquí el visitante puede pasar del ambiente marítimo de los canales a un entorno salvaje en apenas unos minutos.

Los caminos rurales que rodean la zona conectan con masías, pequeños pueblos del Empordà y playas tranquilas donde el turismo todavía no ha llegado en masa.

Cómo llegar a esta joya de la Costa Brava

Empuriabrava está perfectamente conectada por carretera. Desde Barcelona, basta con tomar la AP-7 hasta la salida 4 (Figueres Sud / Roses) y seguir la C-260 en dirección Roses. A unos 10 km está el desvío a Empuriabrava. También se puede ir por la N-II, una ruta algo más lenta pero con mejores vistas.

Por autopista (actualmente gratuita), se tarda aproximadamente 1 hora y 45 minutos. Por carretera nacional, el viaje puede alargarse hasta las dos horas.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA