A una hora de Barcelona: la joya secreta de la Costa Brava que enamoró a National Geographic

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, son muchos los que buscan un rincón junto al mar donde refrescarse y alejarse del ritmo diario. A veces, el paraíso está más cerca de lo que parece. A tan solo 70 kilómetros de Barcelona, en pleno corazón de la Costa Brava, se encuentra una playa que ha logrado enamorar incluso a medios internacionales como National Geographic: la Playa de Santa Cristina, en el municipio de Lloret de Mar.

Un refugio de calma en plena Costa Brava

Alejada de la imagen de playas masificadas, Santa Cristina sorprende por su tranquilidad y su belleza natural. Este pequeño paraíso se extiende entre suaves colinas cubiertas de pinos mediterráneos, que protegen la cala del viento y crean una atmósfera íntima y acogedora.

Su arena fina y dorada, unida al intenso color turquesa de sus aguas, ofrece una estampa difícil de olvidar. La playa se convierte así en un lugar ideal para quienes desean desconectar, disfrutar del mar sin aglomeraciones y conectar con el entorno de forma pausada.

Más que una playa: una conexión con la tradición

Pero Santa Cristina no solo destaca por su entorno idílico. Esta cala tiene un fuerte vínculo con las raíces culturales de Lloret de Mar. Cada 24 de julio, en honor a su patrona, se celebra una procesión marítima única en la comarca. Desde la ermita situada en lo alto del acantilado, la imagen de Santa Cristina es llevada en barca hasta la orilla, en una emotiva ceremonia que combina devoción, mar y comunidad.

Esta tradición es una de las más esperadas del calendario local y refleja el profundo apego de la población a su patrimonio y al mar que la rodea.

Un destino recomendado por la prensa internacional

El encanto de Santa Cristina no ha pasado desapercibido. La prestigiosa revista National Geographic la ha incluido recientemente entre sus recomendaciones de playas imprescindibles, destacando su paisaje virgen, la calma que transmite y su capacidad para ofrecer una experiencia auténtica, alejada del turismo masivo.

En un momento en que encontrar playas tranquilas es casi una rareza, Santa Cristina se presenta como un tesoro por descubrir, perfecto para quienes valoran la naturaleza, la tranquilidad y las tradiciones.

¿Cómo llegar?

Llegar a Santa Cristina es fácil: está a poco más de una hora en coche desde Barcelona. El acceso se puede realizar caminando desde el aparcamiento de los Jardines de Santa Clotilde o a través de un sendero que baja desde la ermita homónima. Aunque está cerca del centro de Lloret, su ubicación discreta ayuda a preservar esa atmósfera de retiro sereno que tanto la caracteriza.

Un rincón con alma mediterránea

En definitiva, la Playa de Santa Cristina es mucho más que un lugar para tomar el sol. Es un espacio donde el paisaje, la historia y el respeto por el entorno se entrelazan para ofrecer al visitante una experiencia única, con sabor a auténtica Costa Brava. Si este verano buscas algo más que una toalla y un baño, quizás sea el momento de descubrir esta joya escondida a un paso de casa.