De origen austríaco y religión judía, Mimi Reinhardt, vivió en Cracovia (Polonia) antes de la Segunda Guerra Mundial y fue contratada por Oskar Schindler, para quien trabajó hasta 1945.
En las zonas de luto no se puede hacer propaganda. La fundación que gestiona el museo ha calificado el acto como una burla a la dignidad de la memoria de los crímenes.
La visita al campo de concentración nazi ha sido uno de los momentos más emotivos del Papa en Polonia.