Según un estudio liderado por el Instituto Global de Salud de Barcelona, la contaminación atmosférica sí que incidiría en el desarrollo neuropsicológico de los menores.
Si hay algo que caracteriza la infancia del siglo XXI son los fenómenos y las manifestaciones relacionados con la hiperactividad y las dificultades de atención.
Según los datos de la Conselleria de Salud, de las 939 en 2010 se ha pasado a las 1.458 consultas en 2014.