En muchas comunidades y pueblos indígenas, el anuncio de la pandemia nos obligó a ejercer en parte nuestro derecho colectivo a la autodeterminación en nuestros territorios.
Por ahora, estamos en “auto” aislamiento comunitario. Mas no encarcelados. Consumimos menos del mercado, pero nos dedicamos más a cultivar/criar en el patio/huerto. No sufrimos el pánico colectivo. Temor sí tenemos. Pero, seguimos criando y cuidando la vida en comunidad.
El presidente del equad, ha derogado de manera oficial el Decreto 883 con el que se aumentaron los precios del diesel y la gasolina y que provocó más de una semana de protestas violentas en el país.
Manifestantes indígenas han logrado superar el cerco policial y militar adentrándose en el complejo de la Asamblea Nacional de Ecuador.
Si durante la Colonia y la República la comunicación indígena operó para enjaularnos en fronteras política, en esta etapa de la era digital, la comunicación indígena debe engancharse a la Internet para resignificar las agendas postergadas de nuestros pueblos.
Las y los indígenas en Abya Yala somos alrededor de 50 millones de personas. Representamos cerca del 10% de la población latinoamericana. Sin embargo aún “carecemos” de voz propia.
“Los ríos, las lagunas, los nacimientos, los pozos… se han secado. Enero fue la última vez que cayó la lluvia en Chisec. No tenemos agua".
Si hacemos un balance de los asesinatos de defensores de derechos en países como Guatemala, Colombia o México, casi el 100% de defensores de derechos asesinados son indígenas.
Indígenas y campesinos, muy a pesar de haber adquirido formalmente la condición de “ciudadanos”, jamás tuvieron derechos políticos (ser elegidos gobernantes, y administrar los estados).