Laura Luelmo era una profesora que se mudó a El Campillo, una localidad de Huelva, a trabajar. Pero a las pocas semanas fue agredida sexualmente y asesinada.
Dos días después de la desaparición de la profesora, fue al médico en Cortegana, y la investigación policial apunta que pudo haber un forcejeo con la víctima.
La autopsia realizada acredita que Bernardo Montoya, asesino confeso de Laura Luelmo, abusó también sexualmente de ella, además de golpearle con un objeto en la frente que le provocó la muerte entre los días 14 y 15 de diciembre.
El asesino confeso permaneció el día de ayer en las dependencias de la Guardia Civil en Valverde del Camino y, durante el interrogatorio, mantuvo varias versiones.
No hay pruebas definitivas de su implicación en la muerte de la joven profesora.
La Guardia Civil mantiene la investigación sobre Laura Luelmo a la espera de la inspección y levantamiento del cadáver.