Los servicios sociales alertaron de dos y las escuelas de otros dos, mientras que una de las investigaciones comenzó con un aviso de un médico que expresó sus sospechas.
Un estudio censura que la Generalitat no ha apostado por la formación de profesionales ni por los primeros niveles de prevención.
El protocolo de prevención establece que la menor debe someterse a controles pediátricos antes de salir de viaje y a su regreso.
Esta práctica refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas.
La intervención suele durar unos 45 minutos y consiste en una cirugía que permite restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos afectados.
Adriana Kaplan, directora de la Fundación Wassu-UAB, ha pedido este viernes al nuevo Govern que refuerce la prevención de la mutilación genital femenina (MGF) desde el ámbito sociosanitario, pues muchos profesionales del sector no pueden asistir a formaciones por el colapso en sanidad. Además, sospecha de una posible devolución de 490 niñas catalanas ante la presión policial.