La presidenta de la ANC participó en una "misión" internacional para promover el independentismo en el país nipón meses antes del referéndum ilegal del 1-O.
La interventora Rosa Vidal certificó que el Govern no había gastado ni un euro en el 1-O. El magistrado entendió que ha tratado de "impedir" que se conozca el coste público de la consulta.
Con la intervención de sus cuentas, la Generalitat debía acreditar ante el Gobierno cada partida de gasto con sus correspondientes recibos y contar con su autorización para retirar fondos de entidades bancarias.
Entre este material estaban las papeletas y los sobres para votar y hasta la distribución de 20.000 bolígrafos y 6.300 marcadores de los que se usan para señalar quién va votando.
En el documento se recogen los objetivos para la creación de una Agencia Gubernamental, un Consejo Nacional, su estrategia y un Plan Nacional de Ciberseguridad.