Es un proceso natural asociado al envejecimiento del organismo.
Entre sus síntomas se encuentran la irritación ocular, la fatiga visual, la visión borrosa y la sequedad ocular. Las molestias se pueden acrecentar a la vuelta de las vacaciones veraniegas.
A pesar de ello, casi un 22% no se ha revisado la vista nunca | Un estudio revela que las mujeres son más propensas a padecer este tipo de deficiciencias.
De hecho, el 46% de los conductores no revisa su visión anualmente cuando el 90% de la información se percibe a través de la vista mientras se conduce.