El DNI de Puigdemont le juega una mala pasada al expresident

 

A Carles Puigdemont se le presenta un nubarrón en el horizonte. El próximo 3 de febrero de 2020, el DNI del expresidente catalán caducará y el líder independentista deberá tomar una decisión: o arriesgarse a que lo arresten si renueva el documento de identidad en cualquier embajada española o mantener su DNI sin vigor.

El documento nacional de identidad solo puede ser renovado de forma absolutamente personal. Dado que para renovarlo se requiere tomar las huellas dactilares del ciudadano, así como registrar su firma y validar una foto personal, en ningún caso se permite que una persona interpuesta renueve el DNI una vez haya expirado su fecha de caducidad.

Por lo tanto, debería ser el 'molt honorable' quien acudiese en persona a una comisaría en suelo español --imposible puesto que sería detenido de forma inmediata-- o bien a una embajada o consulado extranjero, en cuyo caso se arriesgaría a que se emitiese una euroorden para detenerlo por la causa pendiente del 1-O.

PASAPORTE EN VIGOR PARA SEGUIR VIAJANDO

Sin embargo, el expresidente de la Generalitat cuenta aún con un pasaporte efectivo puesto que el juez Llarena denegó en su momento la petición de la Fiscalía para la retirada del mismo, argumentando que no se le podía retirar de forma material. Mediante el pasaporte, Puigdemont podría seguir moviéndose por Europa sin problemas.

Este juego del ratón y el gato también afectó a las aspiraciones políticas de Puigdemont. Cuando el líder independentista barruntó presentarse a las elecciones europeas, se dio de bruces contra un trámite de forma que frustraba sus expectativas: debía recoger el acta de eurodiputado en la embajada española, por lo que renunció a presentarse a los comicios.

Pero más allá del acta, un DNI caducado le presentaría dificultades a Puigdemont para concurrir en cualquier elección. Aunque es un asunto discutible, no es frecuente que un candidato electoral se presente a unos comicios con su documento de identidad caducado, por lo que su candidatura podría ser impugnada por defectos de forma.