El nuevo director del Teatre Lliure plantea un proyecto abierto e integrador
Martel ha desgranado este miércoles su proyecto artístico y de gestión para los próximos cuatro años rodeado de los trabajadores de la casa.
El nuevo director del Teatre Lliure de Barcelona, Juan Carlos Martel Bayod, ha mostrado este miércoles su voluntad de "refundar" el teatro y actualizarlo en el siglo XXI para convertirlo en una casa de la cultura abierta e integradora, basada en tres ejes: el social, el cultural y el educativo.
Martel ha desgranado su proyecto artístico y de gestión para los próximos cuatro años rodeado de los trabajadores de la casa en una puesta en escena nueva que le ha servido para mostrar signos del cambio "con hechos", gradual y necesario que aspira a materializar en el teatro , tras la dimisión de Lluís Pasqual debido a la polémica por el trato denunciado por la actriz Andrea Ros.
"Es un reto muy grande y muy bonito refundar el Lliure", dijo el nuevo director que el 1 de febrero iniciará su mandato con una reunión inicial con el comité de empresa, y luego con el comité de programación.
El nuevo director ha asegurado que el cambio será "bastante radical", empezando porque el teatro no girará artísticamente en torno a la figura del director, que como el resto de creadores, no podrá repetir dos años seguidos dentro de la programación.
Por lo tanto, Martel dirigirá un espectáculo sólo dos veces durante su mandato, la primera este verano con un montaje que ya estaba apalabrado dentro del Festival Grec en colaboración con Amigos de los Mayores, cuyos detalles no quiso avanzar.
En el decálogo del nuevo director también figuran la búsqueda de la "máxima paridad" en la programación y los equipos artísticos, el apoyo anual a al menos un artista nuevo, la incidencia en el sistema educativo, la repercusión comunitaria, los montajes libres a nivel ideológico e idiomático y los criterios de calidad, transparencia e inclusión social.
Una de las obsesiones a que se ha referido el nuevo director es la de reflejar la identidad colectiva múltiple de la ciudad de Barcelona, en el que hay "muchos colores, religiones y sexos".
PRECIOS MÁS ACCESIBLES
Desplegar un amplio abanico de precios para hacer el teatro más accesible a la ciudad es otro de sus objetivos, que podría materializarse con la proyección y difusión de más montajes previos a los estrenos, y que debe ser compatible con la búsqueda de más recursos propios del teatro.
De hecho, aspira a pasar, en cuatro años, de los 1,7 millones de euros que genera actualmente el teatro a los 3 millones, a través de la aplicación de técnicas de marketing y comunicación: "No podemos depender eternamente de las administraciones".
En su programa, destaca también la voluntad de crear una escuela de pensamiento y convertir el Lliure en algo más que un escaparate de artes escénicas, así como fundar un laboratorio internacional para estudiantes, reformular los antiguos 'Radicals Lliures' --muestra para profesionales-- con una perspectiva política y social actual y también 'El Lliure dels nens'.
CUATRO MONTAJES INTERNACIONALES
Ceder el Espai Lliure en una compañía joven e independiente para que lo gestione y programe durante un período determinado es otra de las concreciones del programa del nuevo director, que aspira a programar un mínimo de cuatro montajes internacionales en gira.
Convencido de la identidad artística y social colectiva del teatro, ha explicado su intención de crear unos comités que le ayuden a materializar su estrategia: Transparencia y paridad (Claudia Cedó y Isaias Fanlo), Dramaturgia (Juan Carlos Olivares y Victoria Spunzberg) , Lectura de Textos (Marc Artigau e Ingrid Guardiola) y Escuela de pensamiento (Marina Garcés y Albert Lladó), entre otros.
Al terminar de leer su programa, Martel ha dicho: "Yo no soy Julio Verne. Todo esto existe. Se trata de actualizarnos", y al ser preguntado por cómo vivió presentarse a la dirección del teatro con el cual está vinculado desde 2006, explicó que lo vivió como un proceso natural que le llamaba a dejar el mundo un poco mejor de lo que se lo había encontrado.
SOBRE LA POLÉMICA DE LLUÍS PASCUAL
Ayudante de dirección de Lluís Pasqual en múltiples montajes, así como también de Calixto Bieito y Toni Casares, Martel ha evitado renegar de su antecesor, y le ha deseado "suerte y aciertos" en su trabajo como director teatral en Málaga.
"Me quedo con la transmisión del fuego y no la veneración de las cenizas", dijo respecto a Pascual, si bien ha dejado claro que su actitud será primero escuchar y luego trabajar, trabajar mucho, ha insistido.
Al ser preguntado por cómo se trabaja con Lluís Pasqual, Martel ha dicho: "A veces, como con Andrea Ros, a veces", y ha resaltado que él no era ayudante de dirección en el montaje que acusaba la actriz. "En la sala de ensayo somos personas humanas, y quién soy yo para juzgar la personalidad de Lluís Pasqual y Andrea Ros?", ha respondido.
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