Siete empresas aspiran al jugoso contrato de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona
El servicio de limpieza y recogida de residuos es el contrato más importante del consistorio: dura ocho años --prorrogables a dos más-- y cuenta con un presupuesto de licitación de 397 millones de euros anuales.
Siete compañías o uniones temporales de empresas (Ute) se han presentado a la licitación del contrato de limpieza y recogida de residuos de Barcelona, ha informado el Ayuntamiento este jueves, después de abrir las plicas para el nuevo contrato.
Ha destacado que se trata de un "hecho inédito" porque nunca antes se habían presentado tantas empresas, algo incentivado por el hecho de que no fuera obligado presentarse a los cuatro lotes del contrato --como en la anterior licitación--, sino a un mínimo de dos.
También ha favorecido la concurrencia y ha incrementado la competencia el hecho de que cada licitador pueda ser adjudicatario de un solo lote, ha sostenido el Ayuntamiento, que ha detallado que los equipos técnicos evaluarán a partir de ahora las ofertas.
En concreto, son Cespa, Compañía Española de Servicios Públicos Auxiliares; Corporación CLD, Servicios Urbanos de Tratamiento de Residuos; FCC Medio Ambiente; Urbaser; la Ute Ascan Servicios Urbanos-Construcciones Rubau; Valoriza Servicios Medioambientales, y la Ute OHL Servicios Ingesan-José Antonio Romero Polo, Sau-Acciona Servicios Urbanos.
307 MILLONES ANUALES
El servicio de limpieza y recogida de residuos es el contrato más importante del Ayuntamiento de Barcelona: dura ocho años --prorrogables a dos más-- y cuenta con un presupuesto de licitación de 397 millones de euros anuales, con un aumento de 28 millones al año para incrementar personal y mejorar el servicio.
El contrato incluye la limpieza viaria y de zonas verdes, playas y papeleras, y también la recogida de residuos, incluida la domiciliaria, la comercial, de voluminosos y la neumática.
Prevé la posibilidad de extender el modelo de recogida puerta a puerta e introducir elementos tecnológicos en los contenedores para prepararlos para poner en marcha a medio plazo sistemas para incentivar el reciclaje --como una nueva fiscalidad basada en la generación de residuos--, entre otras novedades.
Además, por primera vez el sistema de control se extrae de la propia contrata, y se llevará a cargo directamente desde la administración municipal, después de presuntas irregularidades detectadas durante el actual contrato.
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