Irán abandona el acuerdo nuclear criticando las presiones impuestas por los Estados Unidos
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ya había alertado de que el país tenía previsto reanudar las actividades de enriquecimiento de uranio de alto nivel y empezaría a reconstruir su reactor de agua pesada de Arak.
Las autoridades de Irán han anunciado este miércoles a primera hora de que el país ha abandonado oficialmente algunos de sus compromisos contemplados en el acuerdo nuclear que se firmó en 2015, tal como habían advertido la semana pasada y siguiendo las órdenes del Consejo Supremo de seguridad Nacional.
Según indicó la agencia de noticias oficial iraní ISNA, Teherán ha puesto en marcha un programa para suspender algunas de sus obligaciones nucleares por la falta de protección a la República Islámica ante las sanciones que le impuso Estados Unidos después de que abandonara el pacto hace un año.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ya había alertado de que el país tenía previsto reanudar las actividades de enriquecimiento de uranio de alto nivel y empezaría a reconstruir su reactor de agua pesada de Arak si el resto de países firmantes del acuerdo (el Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania) no cumplían su promesa de proteger a los sectores petrolero y bancario de Irán contra las sanciones estadounidenses.
Por su parte, la Unión Europea y las potencias europeas occidentales han dejado claro este miércoles que no aceptan "ultimátums" de Irán y han avisado de que las sanciones se volverán a imponer si Teherán deja de cumplir sus compromisos nucleares.
Las tensiones han aumentado coincidiendo con el primer aniversario del abandono del pacto nuclear por parte de Estados Unidos, una decisión adoptada por el presidente estadounidense, Donald Trump, al considerar que Irán no estaba cumpliendo sus compromisos y que debe detener el desarrollo de su programa de misiles y abandonar su influencia en conflictos de la región de Oriente Próximo.
Desde la salida del acuerdo, el Gobierno estadounidense ha reactivado las sanciones contra la República Islámica y ha ordenado a países de todos el mundo que dejen de comprar petróleo iraní o afrontarán sanciones por estas compras.
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