El objetivo de Fomento con el "céntimo simbólico": eliminar los coches más contaminantes
El Ministerio de Ábalos quiere cobrar un gravamen que partiría de 0,03 céntimos y podría llegar hasta los 0,15 euros por kilómetro recorrido.
El globo sonda lanzado por el Ministerio de Fomento sobre el pago de un "céntimo simbólico" en las autovías gratuitas tiene un objetivo adicional más allá del sostenimiento de las infraestructuras.
Según informa 'El Confidencial Digital', el plan del departamento dirigido por Ábalos consiste en penalizar los coches más contaminantes que circulen por estas carreteras. El digital, que ha accedido a los planes del Gobierno, explica que el gravamen partiría de 0,03 céntimos y podría llegar hasta los 0,15 euros por kilómetro recorrido.
El pago de esta nueva tasa se realizaría con un modelo similar al de las autovías portuguesas. Se basa en un sistema de pago electrónica sin barreras, que consiste en instalar cámaras de control sobre la calzada para leer las matrículas del vehículo y cargar el coste directamente a la cuenta corriente del conductor.
MÁS ANTIGUO, MÁS PAGAS
La idea de Fomento es que los coches con una tecnología más contaminante sufraguen un peaje mayor. El Ministerio tiene la vista puesta en los coches diésel anteriores a 2006 y los de gasolina de antes de 2000; ambas tipologías de vehículos pagarán más dinero por usar la misma autovía que los coches más modernos.
La red de carreteras de gran capacidad, entendidas aquellas que tienen al menos dos carriles por sentido, suma 15.965 kilómetros en España, según datos de la Asociación Española de la Carretera.
Incorporar un peaje a estas infraestructuras supondría para el Estado unos ingresos anuales de 700 millones de euros. Una cantidad demasiado golosa como para que Fomento recoja por el momento su globo sonda.
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