Ramon Serrano, testigo del atentado de La Rambla: "Veo una furgoneta y tiemblo"
Recuerda cómo ayudó a heridos en el atentado y se reivindica como víctima psicológica.
Ramon Serrano, un barcelonés de 47 años, presenció el 17 de agosto de 2017 el descenso por La Rambla de Barcelona de la furgoneta blanca conducida por Younes Abouyaaqoub que realizó el atropello masivo, y dos años después del atentado aún siente temor al ver un vehículo similar en la zona: "Veo una furgoneta de estas y tiemblo".
Serrano ha recordado que el día que ocurrió el ataque subía por la avenida en autobús y pasado el mosaico de Joan Miró vio "un gesto de una pareja" que le llamó la atención.
"El chico tiró del brazo de la chica y, en décimas de segundo, fue cuando vi bajar la furgoneta por el medio de La Rambla", ha explicado, rememorando las víctimas y destrozos que el vehículo dejó a su paso.
Bajó del autobús para ayudar a los heridos y la primera fue una mujer con una herida en la cabeza que sangraba: "Yo salgo en un vídeo primero con camiseta y después sin camiseta porque con esta camiseta le estoy tapando la cabeza a la chica".
Ayudó a retirar al menos cuatro heridos después de que un agente policial de paisano le dijera que había que sacar de La Rambla a "todo lo que esté vivo", según ha recordado en una entrevista a Europa Press.
Su pareja trabaja en la actualidad en el mercado de La Boqueria, cerca del punto donde la furgoneta del atentado se paró, y recientemente la fue a buscar al trabajo y vio una furgoneta similar: "Me bloqueé, me dio como un ataque de pánico y me bloqueé. Me quedé parado, no podía andar ni hacia adelante ni hacia atrás, hasta que mi mujer me vio".
RECONOCIMIENTO
Unas dos semanas después del atentado, ha asegurado que tuvo dificultades para comer y dormir: Son "cosas que el cuerpo no asimila".
Una asociación de vecinos le recomendó llamar a psicólogos del Ayuntamiento, con los que hizo tres sesiones en otoño de 2017, y después la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (Uavat) le contactó en enero de 2019, entidad que le explicó los trámites necesarios para su reconocimiento como víctima aunque "ya estaba fuera de plazo para entregar cualquier documento".
Desde el Ministerio del Interior respondieron a su petición que las solicitudes deben cursarse en el plazo máximo de un año desde que se produjeron los daños, por lo que en el caso de Serrano la reclamación era extemporánea y se inadmitió a trámite "sin entrar a conocer sobre el fondo del asunto".
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