Muere el expresidente francés Jacques Chirac
El ex jefe de Estado, que presidió el país de 1995 a 2007, se había retirado de la vida pública y política hace muchos años. Vivía con su esposa, Bernadette Chirac, en París. Ha fallecido a la edad de 86 años.
El ex presidente francés Jacques Chirac ha muerto este jueves 26 de septiembre a la edad de 86 años. Tuvo una larga carrera política, incluyendo 18 años como alcalde de París y once años como presidente.
La noticia ha sido confirmada por el yerno de Jacques Chirac: "El presidente Jacques Chirac ha desaparecido esta mañana entre los suyos", ha dicho Frédéric Salat-Baroux, casado con Claude Chirac.
El ex jefe de Estado, que presidió el país de 1995 a 2007, se había retirado de la vida pública y política hace muchos años. Vivía con su esposa, Bernadette Chirac, en París.
Víctima de un derrame cerebral en 2005, fue hospitalizado varias veces tras abandonar el Elíseo.
Hace dos días se anunció su muerte en Wikipedia, que se dice que fue blanco de la piratería.
El estado de salud del político empeoró tras la muerte de su hija Laurence en 2016. Lejos de la vida pública, el hombre que fue presidente entre 1995 y 2007 recibía cada vez menos amigos.
En marzo, su amigo Jean-Lous Debré, antiguo ministro del Interior, declaró en el documental Mon Chirac que "se había levantado un muro entre Chirac y el mundo exterior" y dijo que no estaba seguro de reconocerlo.
Su muerte ha sido anunciada durante la sesión de la Asamblea Nacional por su Presidente, Richard Ferrand. Un parlamento con pocos miembros guarda inmediatamente un minuto de silencio.
CARRERA LARGA Y RELEVANTE
Nacido en 1932 en París, Jacques Chirac fue testigo de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y de la ocupación nazi. Comunista en los años 50, abandonó lo que llamó el "sectarismo" del Partido Comunista. Se ofreció como voluntario en 1956 para la guerra en Argelia y fue un ferviente partidario del General De Gaulle.
Su carrera política comenzó en la década de 1960 y cambió de aguja en aguja. Gaullista y euroescéptico en los años setenta, defendió el modelo liberal de Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los años ochenta, antes de convertirse en defensor de la cohesión social en los noventa. Objeto de fuertes críticas por la autorización de ensayos nucleares en la Polinesia Francesa en 1995, expresó su preocupación por el medio ambiente y el cambio climático mediante la introducción de un impuesto sobre los billetes de avión.
También destacó por posiciones más acordes con la izquierda, como el impuesto Tobin (sobre las transacciones financieras) o su total oposición a la invasión de Irak por parte de los Estados Unidos y el Reino Unido en 2003. Quizás por eso, en el momento de la muerte, hay palabras de alabanza de derecha a izquierda.
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