María Pilar Queralt del Hierro reivindica a mujeres que fueron "Protagonistas de la historia"
La autora ha recopilado una serie de hechos curiosos, anécdotas y situaciones en cada una de las cuales la mujer tuvo un papel central
El movimiento feminista contemporáneo ha alcanzado cotas indiscutibles que han permitido, por fin, situar a la mujer en el plano que le corresponde de plena igualdad con el varón. Pero este logro -por cierto, no obtenido en igual medida y en el mismo grado y en todos los países del mundo- no debe impedir que olvidemos a muchas mujeres que en distintos ámbitos y a lo largo de la historia consiguieron, pese a todos los condicionamientos y limitaciones, adquirir un papel predominante. A ello contribuye el libro "Protagonistas de la historia. Anécdotas y curiosidades con nombre de mujer" (Rocaeditorial) de María Pilar Queralt del Hierro.
La autora, que es una competente historiadora, experta en el universo femenino y que ha contribuido a divulgar en diversas obras precedentes el papel que desempeñaron diversas reinas, tanto de España como, sobre todo, de Portugal, ha recopilado una serie de hechos curiosos, anécdotas y situaciones en cada una de las cuales la mujer tuvo un papel central. En "Rompiendo moldes" pone de relieve algunas mujeres a las que califica de "valientes, transgresoras y voluntariosas" con heroínas guerreras, tales Marina Pita, Agustina de Aragón o la monja alférez, otras que consiguieron adquirir una cierta independencia, cuales las beguinas o las 'salonnières',o extraordinaria proyección pública, cual fue el caso de Eva Perón o Cocó Chanel, que liberó a sus homónimas del engorroso corsé. Incluso hubo un movimiento femenino entre el siglo XIV y la revolución francesa, la 'Querelle des femmes', que luchó por el derecho mujer a la cultura.
Reconoce sin embargo que "el taller del artista, el escritorio o el laboratorio fueron terrenos vedados para la mujer, si bien algunas valientes perseveraron en el empeño" y evoca a algunas que rompieron moldes, desde las seguidoras Pitágoras a la primera mujer que logró ingresar en la Royal Society. También las hubo que consiguieron destacar en las artes plásticas (Sabina von Steinbach, Teresa Díez, Plautilla Nelli, la académica Lavinia Fontana, Sofonisba Anguissola y un largo etcétera hasta llegar a las que denomina las "damas del impresionismo".
Otras destacaron en la música (Francesca Caccini, Clara Wierck -cuya fama ensombreció su marido, Robert Schumann, la sufragista Ethel Smyth, las cantantes María Malibrán y Lucrecia Arana, la bailarina Pavlova, la cupletista Raquel Meller y las dos grandes divas de la ópera que fueron María Callas y Montserrat Caballé, mientras que la escena registra cientos de nombres, así Sarah Bernhardt, Pastora Imperio, Eleonora Duse, María Guerrero, Theda Bara y en el cine los Joan Crawford, Mary Pickford, Marylin o Marlene Dietrich.
Hubo escritoras insignes. Algunas, religiosas, como Santa Teresa o Sor Juana de la Cruz, aunque muchas que se vieron constreñidas a esconder su condición femenina tras un seudónimo: Jane Austen, Mary Shelley, Charlotte y Emily Brönte.
Un área curiosa es la de la investigación científica. Queralt del Hierro subraya que la mujer tuvo que luchar para que dejaran de considerársela como bruja o hechicera, lo que le obligó realizar esfuerzos sobrehumanos en su respectivo campo respectivo y recuerda que de los 854 premios Nobel concedidos desde 1901 hasta 1918 sólo hubo 52 mujeres, de las que únicamente 22 eras científicas.
Finalmente trata de las mujeres que fueron importantes "tras los muros de palacio" como reinas, consortes o amantes. Reivindica a Isabel la Católica y Lucrecia Borgia , elogia a Isabel de Portugal, se compadece de una de las reinas más desconocidas de España, la mujer de Amadeo I, María Victoria, recuerda las diferencias entre María Luisa de Parma y la duquesa de Alba -que no fueron de celos por el amor de Godoy- e invita a la sonrisa cuando recoge lo que dijo Catalina de Médici, esposa de Enrique II de Francia cuando confesó "leo la historia de este reino y descubro que han sido las amantes quienes han dirigido los asuntos de gobierno".
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