Iglesias presiona para una intervención total de la economía aprovechando la crisis del coronavirus
El vicepresidente segundo pretende usar la pandemia para imponer una nacionalización económica amparándose en el artículo 128 de la Constitución.
El líder de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tiene una idea fija en mente: aprovechar la crisis del coronavirus para consumar su plan de intervención sobre la economía española. Iglesias pretende usar la coyuntura actual como fulcro para imponer un mayor control de la actividad empresarial, nacionalizar algunos sectores estratégicos e incluso socializar ahorros.
Todo ello en la línea de las políticas económicas que el chavismo ha implementado en Venezuela. No es desconocido que Iglesias, al igual que muchos otros líderes o exlíderes de Podemos, vieron en la república sudamericana un modelo apropiado que trasladar a Europa. No en vano fueron durante años asesores directos de Chávez o de su entorno.
El líder morado lleva días recordando en público que el artículo 128 de la Constitución Española incluye una previsión para nacionalizar o expropiar compañías privadas en aras del interés general.
Las continuas referencias de Iglesias al artículo han levantado ampollas entre una parte del empresariado que ve con malos ojos que en la cúspide del Ejecutivo se encuentre un político con estos planteamientos.
Aunque las pretensiones de Iglesias chocan con el marco político-económico en que se mueve España, un país inserto en las sociedades de mercado occidentales. Aplicar el artículo tal como pretende el secretario general de Podemos vulneraría de forma clara la libertad de empresa y la propiedad privada también consagrada en la ley de leyes, por lo que hay que interpretar las alusiones de Iglesias como una pugna frente al PSOE por hacerse con el papel de salvador de los sectores más vulnerables de la sociedad durante la pandemia.
Y con todo, si se pretendiera de todos modos dar un vuelco a nuestro sistema tal y como la conocemos, la oleada de demandas por parte de las empresas nacionalizadas llevaría a las cuentas públicas a la quiebra. Colectivizar siempre conlleva indemnizar, por lo que todos los españoles deberían contribuir de forma extraordinaria para resarcir a las firmas que expresaran una lesión de sus intereses.
Por el momento, la apuesta radical de Iglesias ha sido frenado por el núcleo económico socialista en el Ejecutivo, formado por Nadia Calviño y María Jesús Montero. Pero la labor de desgaste del vicepresidente segundo no va a cejar mientras dure la pandemia, pues sabe que en esta ocasión extraordinaria su mensaje puede calar en una parte del electorado de izquierda.
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