Artur Mas mueve ficha y amenaza el reinado de Puigdemont

Mas dice que la avala, pero si por inteligente se entiende "una confrontación que lleve a la victoria del proyecto". 

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Artur mas puigdemont 03092018

 

Artur mas puigdemont 03092018


Artur Mas está "enfadado, triste y decepcionado" por los últimos movimientos de Puigdemont. Él mismo lo aseguró ayer en una rueda de prensa convocada para anunciar que se quedaba en el PDeCAT, el partido al que su sucesor, el exalcalde de Girona, ha intentado enterrar. 


La comparecencia de Mas tuvo una intención clara: señalar que no comparte la estrategia de Puigdemont."Si no hay unidad en el proyecto soberanista, nadie nos tomará en serio, ni en Madrid ni fuera. Sin unidad nos quedamos con la autonomía, cada vez más residual", sostuvo el expresident. 


No dio puntada sin hilo, citando incluso "la confrontación inteligente" a la que tantas veces apela Puigdemont. Mas dice que la avala, pero si por inteligente se entiende "una confrontación que lleve a la victoria del proyecto". 


También tuvo su ración para Quim Torra, avisando que la reciente remodelación del Govern, que dejó fuera a la única consellera del PDeCAT que lo integraba, Àngels Chacón, "no es una decisión neutra ni gratuita, y conlleva consecuencias".


ALAS AL PDECAT Y AL GOBIERNO 


El movimiento de Artur Mas pone en un aprieto a Puigdemont y al nuevo JxCAT. Ya veían amenazado su reinado por las encuestas electorales, que siempre ponían en cabeza a ERC, pero ahora tendrán que lidiar con tener un electorado dividido: los que apoyan al PDeCAT y los que apoyan a JxCAT


Pero esta no será la única pesadilla para Puigdemont: algunos diputados del PDeCAT en el Congreso son más afines a Artur Mas que al exalcalde de Girona, por lo que podrían acabar negociando unos presupuestos con Pedro Sánchez de forma autónoma. Este escenario facilitaría bastante el trabajo al Gobierno de coalición, que podría ganar unos aliados más moderados en Catalunya. También erosionaría el poder de Puigdemont, dejándole con menos margen para negociar. 


UN PROYECTO FALLIDO


La cascada de dimisiones que ha provocado Puigdemont en el PDeCAT no ha culminado en el objetivo que perseguía Puigdemont: controlar la totalidad del entorno postconvergente. Si no quiere perder votos, tendrá que pasar por el aro y, como sugiere Artur Mas, presentarse en coalición con el PDeCAT. 


El otro escenario es que el de Girona se lance a la piscina y apueste por enfrentarse en las urnas a su expartido en las siguientes elecciones. Si le sale bien la jugada, podría enterrar electoralmente a JxCAT, tal y como hizo su antecesor, Artur Mas, con Unió. Pero también le puede salir mal y que acabe perdiendo algún escaño en favor del PDeCAT, o incluso que se lo regale a ERC, lo que complicaría aún más que vuelva a revalidar su liderazgo sobre el soberanismo . Sea como sea, a Puigdemont se le ha complicado el partido. 


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