El cierre de prostíbulos no evita la prostitución

La nueva situación de la prostitución en Catalunya margina a las mujeres más vulnerables.

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Han pasado casi seis semanas desde que el  Estado decidió cerrar los prostíbulos en Catalunya. En ese momento, la consejera de Salud, Alba Vergés, reconoció que era incoherente cerrar todo el ocio nocturno "y mantener abiertos otros locales que hacían actividades de este tipo", en referencia a la prostitución. La medida llegó pocas horas después de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, pidiera a las comunidades el cierre de los prostíbulos ya que, explicaba, los brotes que se producen en estos establecimientos son de "más difícil rastreo".


Club de carretera, prostitución


La medida, que según denuncian algunas oenegés pone el foco en las mujeres prostitutas y no en los proxenetas y los demandantes de prostitución, no ha conseguido evitar la prostitución en Catalunya y permite que se sigan vulnerando los derechos de las mujeres en un contexto de crisis sanitaria y económica. Para empezar, la medida afecta sólo a los establecimientos con licencia -94 en Catalunya-, que representan la gran minoría de los lugares donde se practica la prostitución. El resto de locales o espacios clandestinos o con otras licencias continúan activos.


"El hecho de que cierren los prostíbulos en Catalunya no significa que se acabe con la prostitución, de hecho, como la demanda sigue existiendo, lo único que provoca es que se traslade a otros espacios más escondidos y difíciles de acceder por parte de las diferentes entidades y ONG que trabajamos [con prostitutas], como los pisos particulares ", asegura Yvette Damas, de Médicos del Mundo, a CatalunyaPress.  


Así pues, desde las entidades dedicadas a atender mujeres en contextos de prostitución -como es el caso de Médicos del Mundo-, piden que la situación no se enfoque desde el punto de vista de que las prostitutas pueden ser un vector de contagio sino que se pongan la vida y dignidad de las mujeres en el centro.


Muchas de las mujeres que no tienen una situación regularizada se quedan fuera de cualquier itinerario, incluso de servicios sociales


Las mujeres en situación irregular

La nueva situación de la prostitución en Catalunya margina a las mujeres más vulnerables. Aunque no hay datos concretos del número de prostitutas en situación irregular, ni del porcentaje que representan sobre el número total de prostitutas, desde Médicos del Mundo aseguran que la gran mayoría de mujeres cisgénero y trans prostituidas se encuentran en una situación administrativa irregular. Para ellas no hay ninguna red de apoyo y ni siquiera pueden acceder a ayudas estatales como el Ingreso Mínimo Vital.


Según un estudio de la Federación de Mujeres Progresistas , el 66% de las prostitutas venden su cuerpo porque no tienen otro trabajo o lugar donde vivir. Esto demuestra que en más de la mitad de los casos, son la pobreza y la precariedad lo que obliga a las mujeres a prostituirse para sobrevivir. No es sorprendente, pues, que muchas prostitutas sean migrantes.


"Tener papeles es la puerta de entrada a todos los servicios municipales de la ciudad. Muchas de las mujeres que no tienen una situación regularizada se quedan fuera de cualquier itinerario, incluso de servicios sociales", explica Damas. "Las medidas que el gobierno central aplicó durante el estado de alarma en el 'Plan de Choque Social' como el IMV no están llegando a todas las personas que deberían recibirlas. Lo que en un principio se anunció , y que parecía podía beneficiar a muchas mujeres que no desean ejercer la prostitución, resultó ser sólo un espejismo. Cuando la medida se publicó en el BOE se decretó que para poder acceder a este recurso las mujeres debían ser víctimas de trata identificadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, requisito que muchas no cumplen. Además, sólo podrían solicitar la medida mujeres en situación regular, lo que no cumple la gran mayoría de las mujeres con las que trabajamos".


Desde el Movimiento Democrático de Mujeres denuncian que el problema radica en la ley de extranjería, que no permite a las mujeres en situación irregular acceder a las subvenciones estatales. Cristina Simó, presidenta de la asociación, asegura que lo que debería hacerse, para empezar, es "una cláusula especial que permita que estas mujeres, que son las más vulnerables, puedan acceder a ellos", así como se hizo con las mujeres víctimas de violencia de género en situación irregular. Más tarde, cree, hay que pedir la "derogación de la ley de extranjería". Por otro lado, Simó considera que desde las comunidades debe haber un esfuerzo por facilitar recursos habitacionales, ya que aunque hay organizaciones que se dedican a ello, los recursos son limitados y no llegan a muchas mujeres.


Imagen de archivo de prostitución.


Ambas organizaciones coinciden en que, si no hay un plan de contingencia efectivo que llegue a todas las mujeres, las prostitutas que lo deseen no podrán salir de esta situación. "Nuestra experiencia en salidas a la calle es que son muchas las mujeres que quieren dejar la prostitución y nos piden formación y oportunidades laborales. En definitiva, reclaman una oportunidad para poder salir de su situación, que no siempre es fácil", asegura Yvette Damas, que considera que el cierre de prostíbulos es una medida transitoria e insuficiente si no se acompaña de políticas públicas como recursos habitacionales, apoyo económico, acompañamiento y apoyo social, psicológico y emocional, además de alternativas reales y efectivas para la reinserción laboral y medidas eficaces de protección para las supervivientes de tráfico.


Sin un plan de choque, las mujeres se verán "abocadas a continuar siendo prostituidas en otros contextos como pisos, carreteras o las calles, en peores condiciones con más riesgos y con la misma exposición al virus", argumenta Damas.


La prostitución es una relación desigual de poder favorecida por las desigualdades de género

Traslado de la prostitución

El cierre de los prostíbulos para evitar los contagios no ha implicado el fin de la prostitución, ni tampoco ha evitado que la demanda continúe. En la mayoría de los casos, los proxenetas han obligado a las prostitutas a trasladarse a las carreteras o a ir a pisos, una situación que todavía conlleva más riesgos para ellas ya que son espacios donde las entidades no llegan.


Simó asegura que la respuesta de los proxenetas es preocupante: "no las quieres dentro, las tienes fuera". Para evitarlo "debe haber medidas desde la Generalitat. No puede ser que cierres prostíbulos y luego permitir que haya prostitución", sentencia.


El traslado de la prostitución a la calle y a las carreteras supone que las prostitutas se enfrenten a más violencia y a prácticas que conllevan más riesgo, además de tener que aceptar condiciones más precarias e incluso extorsiones por parte de los proxenetas y puteros."A más vulnerabilidad de ellas, más abuso de poder por parte de ellos, porque la prostitución, no lo olvidemos, es una relación desigual de poder favorecida por las desigualdades de género", explica Damas, que considera que "los prostíbulos son sólo la punta del iceberg de un sistema que tiene su raíz en las desigualdades estructurales del género y que se sostiene gracias a la relación de desigualdad económica por parte de las mujeres".

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