¿Eduard Romeu es el presidente del Barça en la sombra?
Nadie repara en la figura de Eduard Romeu aunque todo el mundo conoce el papel clave del fundador y propietario de Audax para que la junta lograra 'in extremis' el aval de 125 millones de euros. Él será la figura económica y cuasi presidente en la sombra.
Nadie repara en la figura de Eduard Romeu aunque todo el mundo conoce el papel clave del fundador y propietario de Audax para que la junta lograra 'in extremis' el aval de 125 millones de euros. Él será la figura económica y de facto "un presidente en la sombra".
@CCMA
A Romeu no le motiva el fútbol ni es aficionado del Barça perfiere experiencias de riesgo, como ser piloto de avión y vive obsesionado por acumular horas de vuelo de experiencia. Natural de Badalona, su mundo social no pasa por el palco del Camp Nou pero su amigo, socio y a la sazón vicepresidente de Audax sí es futbolero y culé por los cuatro costados.
Romeu recaló en el proyecto de Elías en 2015 tras toda una carrera en el sector financiero, primero en Banco Santander y luego en Caixa Laietana (Bankia). Dejó la banca para irse a un proyecto en construcción, con un puñado de condiciones: sueldazo (500.000 euros anuales), taxi diario para ir a Badalona y habitación de hotel pagada. Y por ùltimo, si algún día Audax valía 1.000 millones (multiplicar por cinco el valor) le apoyaría para entrar al Barca. Ahora, esa oportunidad se ha cruzado en el camino de Romeu y su relación con un viejo compañero del Santander, otra de las figuras anónimas en la tramoya del Barça, el financiero David Cortacans, ahora en las filas de JB Capital como ‘senior advisor’ fue el intermediario en la llegada de Goldman Sachs para reconstruir el Camp Nou.
Dicen que Laporta para resucitar al club blaugrana repetirá receta: fiará la gestión del balón a su carismática experiencia junto a Rafael Yuste, vicepresidente deportivo, mientras que las cuentas, serán cosa de otros. El orden de prioridades es claro. Solo así puede explicarse que el nuevo vicepresidente económico y pieza clave para el aval no estuviera en la candidatura de Laporta.
El dinero de Romeu y el de Audax, por cortesía de Elías, es a cambio de un sillón de vicepresidente y, sobre todo, el poder para controlar cualquier gasto. A partir de aquí, Romeu dividirá su tiempo entre la compañía de renovables, inmersa en una expansión internacional y diversificación de negocios (Ezentis), y la plataforma del Barça. Su jefe y socio Elías sabe que si sale bien podrá capitalizar la figura de su mano derecha como gestor de éxito, al margen de sus aspiraciones para presidir el Barça. Y si sale mal, los pañuelos blancos serán contra Laporta . Negocio redondo.
ROMEU QUIERE SER FIEL A LOS ABUELOS BLAUGRANAS
Pese a todo en declaraciones a Catalunya Radio afirmó esta semana entre otras cosas que formaba parte del equipo de Laporta por su barcelonismo y que no venía a eclipsar al nuevo presidente. “En absoluto implica que tenga más poder decisión en una junta que decidirá colegiadamente. Quien me conozca un poco debe saber que soy disciplinado, jerárquico y nunca le haría sombra a mi presidente”.
“En absoluto tendremos más poder de decisión, las decisiones en junta son colegiadas. Nosotros queremos aportar el máximo. Te diría que cumplo un sueño de pequeño. Es muy típico de los jugadores que fichan por el Barça digan que llevan sangre blaugrana. Yo puedo decir que soy socio de club desde hace 39 años, no de anteayer. Cuando entré en Audax con José Elías ya me dijo que me ayudaría a poner los avales para ser directivo del Barça y puedo decir que al señor Elías le he involucrado con ‘trempera’ en este empeño".
Aunque ha admitió “yo tenía una ilusión de ser presidente, sí, pero si Laporta se presentaba, a los demás nos eclipsaba. Hace un par de años le comenté mi pensamiento cuando Laporta dudaba si presentarse o no y entonces le dije ‘pues no te presentes y ven conmigo’. Fue un comentario de café”, ha dicho Romeu. “El niño que diga que, siendo del Barça, no quiere ser delantero centro del Barça no se entiende, pues cuando eres mayor quieres ser presidente".
Para finalizar, añadiendo que su entrada en el club no supondría un cambio en el modelo: “Lo que queremos es justamente que la propiedad del club siga siendo del socio. Es bastante sencilla la hoja de ruta para asegurar la autonomía que siempre tuvo el club. Cualquier otra cosa seria traicionar a nuestros abuelos”.
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