Tomás Gimeno llevaba un año vejando y denigrando a la madre de Anna y Olivia

La juez que investiga el crimen de las niñas Anna y Olivia a manos de su padre, Tomás Gimeno, ha certificado a través de un auto lo que la Guardia Civil sostiene desde el principio de la investigación: que el padre quiso hacer sufrir lo más posible a Beatriz, la madre, con la muerte de sus hijas.

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Archivo - Teléfono 016 para las víctimas de violencia de género

 

La juez que investiga el crimen de las niñas Anna y Olivia a manos de su padre, Tomás Gimeno, ha certificado a través de un auto lo que la Guardia Civil sostiene desde el principio de la investigación: que el padre quiso hacer sufrir lo más posible a Beatriz, la madre, con la muerte de sus hijas.


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Asevera también la magistrada que los antecedentes de la tragedia se remontan a un año atrás  cuando la relación entre Tomás y la madre de las niñas se rompió y esta última rehizo su vida. 


 "Desde entonces, Tomás mantuvo de forma constante un trato vejatorio y denigrante" hacia su ex pareja, "dirigiéndole a diario comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja, manifestándole además, de forma reiterada, que no toleraba que [su nueva pareja] compartiera momentos con sus hijas", relata la jueza.


En la parte estrictamente judicial, la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güimar (Santa Cruz de Tenerife), ha declarado su pérdida de competencia sobre las actuaciones, "por corresponder, de acuerdo a los delitos presuntamente cometidos de los que ya se cuenta con indicios objetivos, al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz de Tenerife", al tener la madre de las pequeñas su domicilio en este partido judicial.



La magistrada, que apunta a que el doble crimen se cometió en su finca de Igueste de Candelaria y precisa en un auto que  "Tomás les dio muerte de forma planificada y premeditada para provocar un inhumano dolor a su ex pareja".


El hombre se procuró, continúa, un lugar profundo del mar en el que pensó que nunca se iba a buscar para acrecentar así la "angustia" de la madre. El plan de Tomás Gimeno, dice la magistrada, fue "atroz" para infringir a su ex pareja, añade, "el mayor dolor que pudo imaginar.

Además, la magistrada se detiene en los mensajes previos que Tomás lanzó a Beatriz. "No puedo permitir que crezcan sin mí", le dijo a su ex novia cuando le advirtió que se las llevaba y que no las volvería a ver.




Tomás Gimeno, insiste la magistrada, eligió lugares alejados de la costa y profundos donde, reitera, "pensaba que nunca las encontrarían". La intención de dañar lo más posible a Beatriz fue más allá, tal como atestigua la juez, porque, sostiene, "anunció a su ex pareja y a su entorno más cercano que se iba con las niñas y que no los volverían a ver" y en realidad las había matado. "De forma deliberada buscó dejar a la madre en la incertidumbre".



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