El público de los JJ. OO. Tokio 2020 "+1" tiende de un hilo
El mayor acontecimiento deportivo mundial se ha visto inmerso en un sinfín de polémicas, dudas e incertidumbres desde que se anunció su celebración para este año. Ahora toca que el próximo lunes la organización se pronuncie sobre un dilema millonario: ¿público sí o público no?
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Desde que se pospusieron los Juegos Olímpicos de Tokio el año pasado, este evento mundial ha estado envuelto de polémicas, dudas e incertidumbres que parece ser que van a continuar durante días e incluso semanas hasta que se inauguren, en teoría, el día 23 de julio.
Las primeras controversias olímpicas de este año empezaron con la dimisión del presidente del comité organizador de los Juegos, Yoshiro Mori, por unos comentarios sexistas al referirse que "cuando aumentas el número de mujeres, si su tiempo para hablar no es limitado, tienen dificultad para terminar, lo que es muy molesto. Las juntas se hacen larguísimas. Les encanta competir a una contra otra".
Otra noticia que dio que hablar ocurrió en marzo cuando el director artístico del evento, Hiroshi Sasaki, propuso a la actriz, Naomi Watanabe, que bajara del cielo vestida de cerdo en la ceremonia inaugural. Sasaki también tuvo que dimitir. Fue en el mismo mes que el comité organizador y el gobierno japonés auguraban unos JJ. OO. diferentes al anunciar que el acontecimiento deportivo más importante del año se desarrollaría sin la presencia de espectadores extranjeros, como medida para contener la propagación de la pandemia de la Covid-19.
Las malas noticias no han cesado y a principios de este mes de junio la cadena pública NHK, informaba que alrededor de 10.000 voluntarios que participaban en la organización y la coordinación de los JJ. OO. se habían dado de baja. Eso es el 12,5 % del total requerido por el comité organizador. Según NHK, las renuncias se produjeron por la preocupación por la situación de Covid-19, por el cambio de disponibilidad de los voluntarios por el aplazamiento del evento y por las palabras sexistas de Yoshiro Mori. Aun así, la organización destacó que estos hechos no suponían "ningún problema" para la celebración de los Juegos.
EL PÚBLICO NACIONAL, EN PELIGRO
Con todo este contexto, ahora llega la "última hora"en la que el principal asesor del Gobierno japonés en la lucha contra el coronavirus, el presidente de la Organización de Atención Médica Comunitaria, Shigeru Omi, ha recomendado la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio a puerta cerrada para minimizar el riesgo de contagios.
"Creemos que la celebración de los Juegos sin público en las sedes es la opción más deseable para minimizar los riesgos de infección", ha hecho saber en rueda de prensa recogida por la cadena estatal pública NHK este viernes.
A las declaraciones de Omi se le ha sumado un informe con expertos en salud comandados por el mismo asesor, en el que se dice que “Este acontecimiento es diferente de los eventos deportivos ordinarios en cuanto a escala e interés social, y como coincide con las vacaciones de verano... existe el riesgo de que el movimiento de personas y las oportunidades de interactuar durante los Juegos Olímpicos propaguen las infecciones y pongan a prueba el sistema médico".
El documento señala que los organizadores deben estar preparados para actuar rápidamente y prohibir la presencia de espectadores o declarar otro estado de emergencia si es necesario. También recomienda que, si se autoriza la entrada de espectadores, las restricciones deberían ser rigurosas, incluyendo la norma de que solo asistan residentes de la zona.
Sin embargo, la directora de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, apuntó este jueves en una entrevista dada en el periódico Sankei que le "gustaría que el evento se celebrara con espectadores. Tengo previsto acudir a la reunión a cinco bandas con esa idea”. La reunión de la que habla Sankei es el encuentro en el que se decidirá si habrá espectadores nacionales o no y, según las previsiones, está convocada para el próximo lunes. En ella, participarán los organizadores de Tokio 2020, el Comité Olímpico Internacional, el Comité Paralímpico Internacional, el Gobierno japonés y el Gobierno metropolitano de Tokio.
Estadio olímpico de Tokio, donde tendrá lugar la ceremonia inaugural de los JJ.OO. el 23 de julio/ @EP
10.000 PERSONAS
Hasta el momento, se baraja con la cifra de que se permita la asistencia de un máximo de 10.000 personas en los eventos nacionales japoneses, incluidos los Juegos.
El Gobierno del primer ministro Yoshihide Suga decidió el jueves pasado suavizar las restricciones de emergencia por el coronavirus en nueve prefecturas, incluida Tokio, pero manteniendo algunas restricciones de “casi emergencia”.
Los expertos dirigidos por Shigeru Omi, acordaron que el número de espectadores en los eventos nacionales podría elevarse a 10.000, pero solo en las zonas en las que se hayan levantado las medidas de “casi emergencia”, y en Tokio se acaban el 11 de julio.
Con todo, el jefe del comité organizador Hashimoto Seiko, ha sido cauto a la hora de señalar que "La situación está cambiando día a día" y que "continuaremos analizando datos teniendo en cuenta que, dependiendo de la situación, es posible que tengamos que prohibir los espectadores".
PÉRDIDAS MILLONARIAS
La suspensión del público puede suponer una ruina para Japón y diferentes informes advierten de las graves consecuencias económicas que podría traer esta decisión. Según el estudio del Instituto de Investigación Nomura publicado en mayo, la ausencia de público podría suponer la pérdida de 13.560 millones de euros.
Otras voces como la de Katsuhiro Miyamoto, profesor de economía teórica en la Universidad de Kansai, estima que las puertas cerradas conllevarían una pérdida de 381.300 millones de yenes (3.700 millones de euros) en el gasto relacionado directamente con los Juegos.
Esta cantidad se debe a la posible pérdida del dinero que gastan los espectadores en los Juegos, tanto en el pase en sí para ingresar a los escenarios deportivos como en las inmediaciones. Además, el cálculo también trata los efectos de estímulo que faltarán a la hora de consumir y en las actividades de marketing empresarial. Asimismo, según Miyamoto los beneficios económicos de los eventos deportivos y culturales promocionales de después de los Juegos también se reducirían considerablemente.
LA SITUACIÓN SANITARIA
Por lo que hace a los últimos datos del Covid-19, Japón no ha experimentado brotes como sí se han visto en otros países, pero el reciente aumento y la lentitud inicial de la vacunación han provocado la preocupación por las tensiones en el sistema médico. De ahí que se hayan celebrado manifestaciones y recogidas de firmas para pedir la anulación de los JJ. OO.
El país, según informa Reuters, ha registrado más de 776.000 casos de coronavirus y más de 14.200 muertes, mientras que solo el 15% de su población ha recibido al menos una vacuna.
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