Hace 90 años ejecutaron al 'Vampiro de Düsseldorf', el asesino en serie más famoso de Alemania
Peter Kürten, conocido como el 'Vampiro de Düsseldorf', violaba, mataba a martillazos, degollaba o desmembraba a sus víctimas.
La ciudad alemana de Düsseldorf vivió una oleada de asesinatos en 1930. Los cadáveres aparecían mutilados, deformados y con todo tipo de agresiones. No se salvaron ni mujeres, ni niños, ni hombres, cualquiera podía ser una víctima de un asesino en serie que consiguió llevar el terror a Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial.
Peter Kürten, conocido como el 'Vampiro de Düsseldorf', violaba, mataba a martillazos, degollaba o desmembraba a sus víctimas. Pero, se le apodó como al popular personaje creado por Bram Stoker por un patrón que repetía en todos sus asesinatos: se bebía la sangre de sus víctimas. Nació el 26 de mayo de 1883 en Köln-Mullheim, un barrio pobre de Colonia. Su principal referente, su padre, era alcohólico y maltrataba a su mujer y sus hijos, además de ejercer violencia sexual.
Vampiro de Düsseldorf @Wikipedia
Vivir en una burbuja llena de violencia rompió el cerebro de ese niño que, con 9 años, empezó a tener sexo con un perro, introduciéndose en la zoofilia. Pronto extendió sus prácticas sexuales con cabras, ovejas y otros animales de corral. Además, tenía un fetiche especial que le generaba mucho placer: apuñalar al animal durante el acto sexual.
A los 16 años, el 'vampiro' abandonó su domicilio y, poco después. su padre fue detenido y encarcelado por violar a la hermana del asesino, cuando solo tenía 13 años. Kürten se dedicó a la delincuencia y pasó varias veces por prisión por delitos menores. La crueldad que se vivía en los centros penitenciarios de esa época le hizo evolucionar, y empezó a dirigir sus instintos sádicos hacia los humanos.
La primera víctima Kürten fue Christine Klein, de diez años. La mató en 1913 justo después de salir de la cárcel en una posada de Wolfstrasse. La chica estaba dormida en su cama y nunca más despertó. En un primer momento, se acusó a su tío, y no se supo qué ocurrió realmente hasta muchos años después.
Cuando llegó la Primera Guerra Mundial el 'vampiro' fue llamado al frente en contra de su voluntad. Desertó y fue encarcelado durante todo el conflicto armado. Volvió a conseguir la libertad en 1921 y se casó con una exprostituta que había sido encarcelada por asesinar a su pareja.
Vivió una vida tranquila unos años hasta 1929, cuando mató a Gertrude Abermann, una niña de 5 años. Kürten envió una carta a la prensa detallando dónde había enterrado el cuerpo: quería atención, quería generar terror. El asesino no fue localizado y sus crímenes continuaron. A menudo no mataba a sus víctimas y solo las dejaba al borde de la muerte para que pudieran relatar su calvario a la prensa.
El asesino en serie era el protagonista de todos los periódicos de la época y la población estaba furiosa porque las autoridades aún no lo hubiesen capturado, pero finalmente dieron con él. El 14 de mayo de 1930, Maria Budlick buscaba un lugar para alojarse durante la noche y se encontró con el 'vampiro'. La llevó a su casa esperando mantener relaciones sexuales, pero ella se negó y la echó de casa. Primero le dijo que le iba a buscar otro lugar para alojarse, pero en realidad la llevó a un bosque donde la violó y luego la dejó marchar.
Budlick estaba avergonzada y no quería explicar que había sido violada ya que, en esa época, podía ser un estigma que la acompañara toda la vida. Sin embargo, envió una carta a una amiga contándoselo y se equivocó de dirección. El destinatario erróneo que recibió el mensaje se escandalizó y llamó a la policía relatando para informar del contenido. Pronto localizaron a Budlick y la convencieron para presentar cargos contra Kürten.
Consiguieron localizarlo y detenerlo. La policía rápidamente relacionó al hombre con otras muertes y, cuando llegó el juicio, fue acusado de nueve asesinatos y siete intentos de asesinato.
EL FIN DEL ASESINO
El juicio fue público y el criminal se mostró como un exitoso hombre de negocios, vestido con un traje de buena calidad. Se le veía como a un hombre educado y lo primero que hizo fue pedir disculpas por las molestias ocasionadas y se declaró inocente. Sin embargo, tras el intenso interrogatorio del juez y una sucesión de pruebas imposibles de discutir durante los dos meses del juicio, Kürten admitió su culpabilidad.
Admitió que era el "Vampiro de Dusseldorf" y detalló su cadena de crímenes al profesor Karl Berg, un distinguido psicólogo, que posteriormente publicó la confesión en un libro titulado "El sádico". Kürten afirmó haber cometido un total de 79 delitos y se esforzó mucho por convencer a las autoridades de su culpabilidad, tal vez con la esperanza de que su plena cooperación garantizara el máximo beneficio económico para su esposa.
En los tribunales Kürten afirmó que su infancia y el sistema penitenciario alemán fueron los responsables de liberar sus tendencias sádicas y asesinas, y no mostró arrepentimiento por lo que hizo. El jurado tardó apenas 90 minutos en declararlo culpable y otorgarle a Kürten nueve sentencias de muerte.
Fue ejecutado en la guillotina el 2 de julio de 1931. Este viernes se cumplen 90 años desde que acabaron con uno de los peores asesinos del siglo XX
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