Endesa inicia el derribo del circuito de refrigeración de la antigua central térmica de Foix
Cuando estén demolidos todos los elementos que había sobre la cota 0 de la antigua central térmica de Foix, ubicada en Cubelles, Endesa empezará a derribar el resto de instalaciones que quedan allí.
@EP
Cuando estén demolidos todos los elementos que había sobre la cota 0 de la antigua central térmica de Foix, ubicada en Cubelles, Endesa empezará a derribar el resto de instalaciones que quedan allí. Los trabajos comenzarán durante julio y consistirán en el desmontaje de la canalización subterránea que juntaba el mar con la antigua central.
Este trabajo está previsto que termine antes de la primavera de 2022. Los trabajos se harán de forma progresiva y por sectores concretos de las zonas públicas, por lo que la ocupación será reducida en el espacio y en el tiempo, a pesar de su complejidad. Hay que tener en cuenta que las dos tuberías pasan bajo la vía del ferrocarril. En otro escenario, más adelante, también se actuará en las estructuras construidas para captar el agua del mar. En conjunto, la actuación tiene un presupuesto de 2 millones de euros.
La primera fase de los trabajos de demolición y desmantelamiento de los antiguos edificios de la central comenzó el 28 de marzo de 2017 y finalizó el 17 de junio de 2019. En una segunda fase se remediará el suelo, con el fin de dejar el terreno en sus condiciones iniciales. Ahora, se inicia la tercera y última fase, la marítima.
Derribo terrestre
Todos los elementos que había sobre la cota 0 del terreno ya se han derribado: las naves, los talleres, los almacenes, las torres de iluminación, los precalentadores, la nave de turbinas, la caldera, el edificio de oficinas , el antiguo comedor de los empleados, y los depósitos de fuel que había junto a la subestación de Foix, en la zona de Mas Xinxola. Y, evidentemente, el elemento más visual e icónico del complejo: la chimenea, de 175 metros de altura. En este caso, se ha utilizado una máquina de gran tamaño, un robot de cinco brazos con control remoto que se apoyaba sobre la coronación de la estructura. Los operarios del robot se situaban sobre una plataforma de trabajo autodescendent situada a dos metros por debajo de la coronación, desde donde se realizaban las maniobras necesarias. Para el último tramo de la estructura se ha utilizado, en cambio, una retroexcavadora con un martillo percutor.
Después, en una segunda fase, se ha procedido a la remediación del suelo que, debido al bajo grado de impacto detectado, ha representado una actuación selectiva y puntual, con una técnica que devuelve el terreno a sus condiciones iniciales, sin rastro de la actividad industrial que durante 34 años se ha llevado a cabo en este emplazamiento. En este sentido, se encargó un estudio, tramitado a las administraciones, para saber si había que remediar o no, dado el buen estado en que se ha encontrado los terrenos. El estudio también dictaminó que se realizara un control de aguas entre 2020 y 2022, y que tendrá como resultado final su catalogación como "suelos inalterados".
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