Hace unos días nombrábamos 5 pueblos bonitos a los que ir de excursión en Barcelona y también citábamos algunos de los mejores lugares de la Costa Brava. Llega el turno de Tarragona, una provincia que esconde también muchos rincones increíbles a los que escaparse a pasar el día.
Miravet
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Miravet es un pueblo precioso que se levanta a orillas del río Ebro. Sus calles empinadas de piedra, su castillo en ruinas y sus increíbles panorámicas crean estampas de postal. Tanto las que ofrece la altura del castillo como las que se tienen del pueblo en sí desde el embarcadero.
Siurana
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Siurana es una pequeña localidad encaramada a un peñón. Sus casitas y calles, también de piedra, te trasladan a otra época. Y las vistas desde lo alto de su pantano, envuelto por enormes montañas, regalan una vista de infarto que se quedará grabada en tus retinas por mucho tiempo.
Horta de Sant Joan
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Situado en la comarca de la Terra Alta, Horta de Sant Joan está considerado Bien Cultural de Interés Nacional. Refugio en su momento para Pablo Picasso, este municipio cuenta con calles estrechas y empinadas, varios monumentos históricos y artísticos e incluso con un olivo declarado árbol monumetal.
La Vilella Baixa
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Este es un pueblo bastante particular del Priorat, en la Sierra Montsant. Se trata de un municipio medieval cuyos edificios parecen amontonarse unos encima de otros sobre el barranco de Escaladei. Así, las casas quedan situadas a diferentes niveles.
El Roc de Sant Gaietà
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Si lo que apetece es visitar la costa, entonces este es un buen destino. El Roc de Sant Gaietà está situado sobre un enclave romano, en Roda de Berà, y es poco conocido incluso entre los catalanes. Está lleno de jardines, sus árboles tienen una inclinación especial y sus edificios están construidos con muchos estilos diferentes.
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