La Diada de la ANC se desinfla mientras muchos se preguntan: ¿Cuándo volverá la Diada de Catalunya?
Este sábado es la Diada de todos los catalanes, pero la manifestación central, una vez más, será patrimonio de la ANC
Senyera @gencat
Este sábado es la Diada de todos los catalanes, pero la manifestación central, una vez más, será patrimonio de la ANC. Esta patrimonialización de la catalanidad ya había alejado a algunos ciudadanos del día nacional de Catalunya, pero el desgaste más evidente ha llegado desde el propio independentismo, que ha perdido el músculo que mostró en las Diadas de 2012, 2013 y 2014.
La primera gran manifestación independentista fue en 2012. Bajo el lema, "Catalunya, nou estat d'Europa". Fue histórica al conseguir congregar a 1.500.000 personas según la Guardia Urbana y dio el pistoletazo de inicio a los años dorados del independentismo: en 2013 lograron sumar 100.000 personas más a la manifestación, alcanzando la cifra de 1.600.000 asistentes; y en 2014 se consiguió la cifra récord de 1.800.000 asistentes.
En 2015 también se superó el millón de asistentes (1.400.000), pero por primera vez desde 2012, la cifra de congregados fue inferior a la del año anterior. La tendencia a la baja se consolidó en 2016 de forma especialmente pronunciada, bajando hasta los 875.000 asistentes -siempre, según las cifras de la Guardia Urbana-.
Es entonces cuando empezaron las dudas dentro del independentismo, que había agotado a sus seguidores con tantas idas y venidas sobre la fecha definitiva en que proclamaría la nueva república. Este hundimiento también coincidió con el primer año de Puigdemont al frente de la Generalitat, y el de Girona aún no contaba con la popularidad que consiguió con sus acciones posteriores. Para frenar la caída del movimiento, desde el Govern apretaron el acelerador, emprendiendo una huida hacia delante que acabó como todos sabemos.
En 2017 se celebró la Diada pre-referendum y la estrategia de los independentistas funcionó al frenar la caída de asistencia, pero no consiguieron igualar los números de los años dorados: se quedaron en 1 millón de personas. Y llegó la Diada de 2018, después de un año estelar donde habían caído hostias, una declaración de independencia surrealista, detenciones, huidas, un 155 y un largo etcétera de absolutamente todo. Pero ese ambiente de crispación generalizada no hizo que el independentismo ganara músculo, estancándose en el millón de asistentes.
Y finalmente llegó 2019, donde el independentismo pudo realizar su última concentración antes de que el mundo entero se fuera al retrete por la pandemia. Es en este último año de 'normalidad' cuando el soberanismo demostró que ya no tenía tanto interés por la Diada, quedándose en los 600.000 asistentes y firmando una caída del 40%.
La cifra de asistentes de 2020 no reflejó en absoluto el músculo que tiene el movimiento por circunstancias obvias, pero la tendencia a la baja sigue y la vía de enfrentamiento directo con el Estado cada vez convence a menos catalanes, independentistas o no. La victoria del pactismo de ERC sobre el rupturismo de Junts ha situado a Catalunya en una nueva etapa.
Puede que sea el momento de dibujar una Diada donde quepan todos los catalanes -y abandonar la Diada de la ANC-, una jornada donde todos, pensemos como pensemos, podamos mirarnos y celebrar la diversidad. Además de enorgullecernos por compartir un territorio especialmente bello habitado por ciudadanos que, a pesar de estar todo el día a la gresca, han conseguido grandes hitos que han situado a Catalunya en la primera línea del progreso. Porque sí, hoy es un día para sentir orgullo y es el día de todos. ¡Feliz Diada!
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