Ayuso se enfrenta a la cúpula del PP para conseguir el control de Madrid y quizás, el de Génova
El huracán Ayuso parece que seguirá dando mucho que hablar.
El huracán Ayuso parece que seguirá dando mucho que hablar. La presidenta de la Comunidad de Madrid barrió en las elecciones autonómicas y parece que, ahora, apunta un poco más alto: se ha enfrentado públicamente por la cúpula de su partido. Isabel Díaz Ayuso quiere adelantar el cónclave para elegir al próximo presidente del PP de Madrid, que estaba previsto para 2022. La lideresa entiende que, tras los resultados cosechados en las elecciones, se tiene que "normalizar la situación" y que ella asuma la dirección del partido en Madrid.
Isabel Díaz Ayuso @ep
Sin embargo, su idea no ha cuajado demasiado en la cúpula del Partido Popular, que esta semana se ha apresurado a cerrar el debate reiterando que el Congreso del PP de Madrid se celebrará en 2022. En la dirección del partido temen que, dejándola campar a sus anchas, el huracán Ayuso se les acabe comiendo también a ellos. ¿Y cómo frenar a Ayuso? Apoyando al otro peso pesado que tienen en Madrid, José Luis Martínez Almeida, que actualmente es mucho más cercano a la dirección.
Pero a Ayuso nadie la frena, y compareció públicamente para expresar las discrepancias con la cúpula de su partido. Es obvio que Ayuso ya conocía la opinión de la Ejecutiva del PP cuando realizó las declaraciones, y lo hizo públicamente para lanzarles un órdago, para dar a entender que en el partido hay una guerra interna. Además, actuó con una escenificación perfecta, acompañada de Esperanza Aguirre, que tardó dos segundos en salir públicamente a apoyar a la actual presidenta. Pero no se quedó ahí, y lanzó un dardo directo contra Génova, asegurando que está lleno de "chiquilicuatres y niñatos".
Esperanza Aguirre es la madrina política de todos los implicados en esta guerra: durante el tiempo que estuvo en el poder, nombró presidente de las Nuevas Generaciones del PP a Pablo Casado; también colocó a Almeida en un alto cargo de la Comunidad y luego lo puso en las listas para el Ayuntamiento, cuando perdió contra Carmena. También es la descubridora de Ayuso, que fue parte de su equipo de prensa.
Por ello, la opinión de la expresidenta de la Comunidad de Madrid ha caído como un jarro de agua fría en Génova, que han salido corriendo a cargar contra ella, asegurando que lo que destrozó el PP de Madrid "fue la corrupción".
La guerra para conseguir el control del PP de Madrid y, tal vez, de Génova, ha empezado. "Es verdad que nos va la marcha, pero nosotros no pasamos luego la guillotina", ha afirmado este jueves Ayuso. Es de esperar que la presidenta no apriete demasiado, porque tiene el viento a favor: es la líder del PP más sólida a nivel electoral y le basta con ir lanzando pequeñas pullas para ir debilitando a Génova hasta que acepten sus teorías como propias, o se vayan.
De este modo, Ayuso emprende el mismo camino que en su día recorrió Aguirre, desafiando a la cúpula de su partido y lanzando un mensaje claro a la opinión pública: hay una alternativa para dirigir Génova. ¿Conseguirá Ayuso hacerse con el control del PP? O tal vez le pase como a Esperanza Aguirre, que nunca pudo derribar a Mariano Rajoy.
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