“Disset anys”: un musical sobre la nostalgia de la adolescencia y la incertidumbre del futuro

Vamos a decirlo una vez más: los musicales están de moda en los escenarios barceloneses.

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Teatro.El Maldà.Disset anys

 

Vamos a decirlo una vez más: los musicales están de moda en los escenarios barceloneses. Y junto a las grandes superproducciones cuyo montaje exige inversiones elefantiásicas, hay otras de pequeño, acaso mínimo, formato. Porque para hacer teatro musical no hace falta más que unas voces agradables, unos temas pegadizos o conocidos y un lugar adecuado. Todo ello lo reúne El Maldà que es lo más parecido al salón de cualquier casa burguesa de la Barcelona del siglo XIX, si bien reconvertida en espacio escénico. Sus parvas dimensiones hacen que no haya separación entre intérpretes y público, de tal modo que cualquier obra que se represente parezca como la que hacían los chicos de las familias principales ante los invitados que llegaban el día de recibir.


Teatro.El Maldu00e0.Disset anys

@Pablo-Ignacio de Dalmases


Es así como se desenvuelven Anna Mosegui y Adrià Andreu en “Disset anys”, una pieza sencilla que evoca el reencuentro entre quienes fueron compañeros de estudios en la adolescencia cuando coinciden, tras haber culminado por separado sus estudios superiores, en la clásica cena de promoción. El tiempo transcurrido, aunque corto, no ha sido en vano y si a los diecisiete años parecía que el mundo les pertenecía, a los veintialgunos el panorama resulta, en estos tiempos asendereados, menos esperanzador. Hay crisis, perspectivas de trabajo harto inciertas, dudosas salidas económicas y hasta incluso las relaciones de pareja son, pese a la facilidad con que pueden materializarse las intimidades profundas, menos estables o duraderas. Un tiempo complicado que puede derivar en un esfuerzo hercúleo de superación o en subempleo, desesperanza y depresión.


El propio Andreu, con Bruna Artigal y Enric Pons (este último a la vez director) han hilvanado en torno a este reencuentro entre chico y chica una serie de piezas conocidas procedentes de musicales famosos, que reinterpretan introduciendo cierta adaptación a su texto original con el acompañamiento al piano de Albert Artigas. Así de sencillo es este es el espectáculo: una sucesión de canciones con un levísimo hilo argumental que trata de poner de relieve de forma desinhibida y acaso superficial un problema que no deja de tener su enjundia y sus consecuencias. Todo ello sin más ambientación que unas banderolas de feria y algunos globos por el suelo. Pese a ello, el resultado, si bien discreto, es agradable, porque Adrià y Anna ponen su voluntad en conseguirlo.


Un dato complementario a tener muy en cuenta: “Disset anys” se representa únicamente de lunes a jueves, lo que no deja de ser una buena noticia porque los primeros días de la semana la generalidad de los teatros permanece cerrada y de este modo hay al menos un lugar al que ir. 

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