Presentación en Terrassa del Balletto del Sud con un programa Stravinski
Había estado presente con anterioridad en España -por ejemplo, en Bilbao- antes de participación en la 38ª temporada de danza de Terrassa.La función que Franzzuti llevó a La Factoría Cultural egarense tuvo como título “Tarde de Stravinski” puesto que estuvo conformada por dos piezas del célebre, y en su tiempo discutido, músico ruso: “El pájaro de fuego” y “La consagración de la primavera” que, escritas entre 1910 y 1913, se consideran, con “Petruscka”, las tres obras más representativas del llamado “período ruso” de su creador, valorado en su tiempo como un verdadero revolucionario en los estilos musicales y coreográficos.“El pájaro de fuego” se basa en una leyenda rusa muy parecida a otras que han servido como esquema argumental de ballets: princesa sometida al embrujo de un personaje maléfico que es rescatada por un joven príncipe al que ayuda el benéfico pájaro de alas de fuego.
El país que hoy conocemos con el nombre de Italia está formado por un mosaico de territorios que tuvieron vida propia hasta el proceso de unificación que se llevó a cabo a mediados del siglo XIX por la Casa de Saboya. Cada uno de ellos con acusadas peculiaridades derivadas de su situación geográfica y, por tanto, de las influencias que recibieron. El curioso perfil geográfico de la península nos invita a adivinar la forma de una bota. Pues bien, el talón de la misma corresponde a la región de Apulia, que está bañada por dos mares, el Adriático y el Jónico y se encuentra más cerca de Albania, que de Roma y de Atenas, que de Milán, lo que invita a colegir la larga dependencia que mantuvo del Imperio bizantino. Y aunque su capital radica en Bari, la segunda ciudad es Lecce, a la que se conoce como la “Florencia del sur” por la riqueza de su patrimonio arquitectónico barroco.
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En esta última ciudad que no alcanza los 100.000 habitantes, existe una formación coreográfica, el Balletto del Sud, que ha alcanzado proyección internacional. Bien puede calificársele como “compañía de autor” porque fue el resultado del esfuerzo emprendido hace 26 años por Fredy Franzzuti. En poco más de un cuarto de siglo de existencia ha montado cuarenta espectáculos y constituye una de las formaciones más respetadas que se caracteriza por la utilización de un lenguaje de género que va desde la búsqueda de lo contemporáneo a la reinterpretación moderna de los clásicos, aventurándose también en la reconstrucción filológica de los "ballets perdidos". Había estado presente con anterioridad en España -por ejemplo, en Bilbao- antes de participación en la 38ª temporada de danza de Terrassa.
La función que Franzzuti llevó a La Factoría Cultural egarense tuvo como título “Tarde de Stravinski” puesto que estuvo conformada por dos piezas del célebre, y en su tiempo discutido, músico ruso: “El pájaro de fuego” y “La consagración de la primavera” que, escritas entre 1910 y 1913, se consideran, con “Petruscka”, las tres obras más representativas del llamado “período ruso” de su creador, valorado en su tiempo como un verdadero revolucionario en los estilos musicales y coreográficos.
“El pájaro de fuego” se basa en una leyenda rusa muy parecida a otras que han servido como esquema argumental de ballets: princesa sometida al embrujo de un personaje maléfico que es rescatada por un joven príncipe al que ayuda el benéfico pájaro de alas de fuego. Franzutti ha optado en este caso por crear una coreografía clásica acorde con esta trama y para ello ha compuesto un ballet de puntas y tutús en el destacó la agilidad, etereidad y elegancia de los movimientos de Matías Iaconianni.
Por contra, en “La consagración de la primavera” el propio Franzutti se permitió una coreografía mucho más rupturista y contemporánea, aunque sin llegar a los extremos de la de Nijinski que, cuando la estrenó en París, provocó la airada reacción del público. En Terrassa, la actuación de la compañía, con Alice Leoncini, Nuria Salado (que había encarnado asimismo al pájaro de fuego en la pieza anterior) y no sabemos si Ovidiu Chitanu o Lorenzo Lupien en el papel de niño (figuraban los dos nombres en el programa) consiguió arrancar entusiastas aplausos.
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