Codorníu dice a sus empleados por carta que "no ha pagado la propaganda del 9-N"
Fuentes de Codorníu consultadas por El Confidencial Digital aseguran que esta reacción responde a una campaña de boicot que la empresa ha detectado que se estaba propagando por las redes sociales. Insisten en que "Codorníu y Unipost son dos compañias totalmente distintas". Explican también que el comunicado se realiza para disipar las posibles dudas que hayan podido surgir entre los trabajadores. Pero lo cierto es que Unipost, cuyos accionistas mayoritarios pertenecen a la familia Raventós -una de las más prominentes de la alta burguesía catalana y a su vez dueña de los cavas Codorniú-, se encargó de distribuir buzón por buzón la propaganda electoral para la consulta independentista del 9-N en Cataluña.
Asi, la familia de los dueños de Unipost y de la empresa de cavas solicita que se traslade el mensaje a todos sus clientes para evitar un boicot del resto de España en Navidad. Codorníu no está dispuesto a que se le relacione con la consulta independentista en Cataluña, por lo que ha enviado un comunicado a sus empleados para que lo difundan entre sus clientes. Busca de esta manera desmarcarse del reparto de propanganda que realizó Unipost, empresa vinculada a los dueños de la compañía de espumosos.
Según la comunicación interna que ha distribuido la dirección de la compañía entre sus empleados, a la que ha tenido acceso El Confidencial Digital, Codorníu deja claro que "no ha pagado la propaganda del 9-N y que es completamente ajeno a las actividades emprendidas por la empresa de mensajería Unipost." En la misiva también se solicita a los trabajadores que difundan este mensaje, especialmente entre sus clientes. En la cúpula de la empresa no se pasa por alto que las consecuencias de un boicot del resto de España por este malentendido, en vísperas de la campaña de Navidad que es la de mayor consumo de cava del año, serían demoledoras.
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