Una niña de tres años sufre un fallo multiorgánico por una enfermedad inflamatoria vinculada al Covid-19
"Habíamos hecho todo el aislamiento y Angela estaba aislada con nosotros, pero al ser autista y con problemas sensoriales, no se hizo la prueba", explica Natalie a BelfastLive
Niña pequeña @recursoEP
Una madre ha explicado cómo su hija de tres años sufrió un fallo multiorgánico y su cuerpo se estaba "apagando" después de sufrir un síndrome inflamatorio relacionado con el Covid-19. Natalie Berry, de Belfast, y su compañero Joe, dieron positivo por Covid, pero su hija Angelina, que es autista, parecía estar bien hasta seis semanas después, informó BelfastLive .
Sin embargo, la niña, que ahora tiene cuatro años, enfermó poco después y terminó en la UCI con el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés). Según el Royal College of Paediatrics and Child Health (RCPCH), la mayoría de los niños son asintomáticos o presentan síntomas leves de Covid-19, "pero los médicos han visto un número muy pequeño de pacientes con la condición inusual [PIMS] que parece estar relacionada con el virus."
"Habíamos hecho todo el aislamiento y Angela estaba aislada con nosotros, pero al ser autista y con problemas sensoriales, no se hizo la prueba", explica Natalie a BelfastLive. "Seis semanas después, tenía como un resfriado, síntomas parecidos a los de la gripe y, a medida que avanzaba la semana, empeoraban mucho. Se volvió realmente letárgica, no podía comer, no podía beber y estaba despierta pero no podía moverse o abrir los ojos", relata.
Los niños con PIMS pueden sufrir síntomas que incluyen fiebre, dolor de estómago, diarrea, vómitos, sarpullido, manos y pies fríos y ojos rojos. Puede ser muy similar a afecciones potencialmente mortales como la sepsis o la meningitis . Natalie llevó a Angelina al hospital unos días después de que comenzaron los síntomas, pero la enviaron a casa porque "los médicos pensaron que era viral".
Luego descubrieron que Angelina tenía fiebre glandular y una infección del tracto urinario, y más tarde que también tenía PIMS, que se describe con síntomas como la enfermedad de Kawasaki. "Luego se deterioró ... sus órganos estaban fallando. Estuvo en el hospital durante más de dos semanas. Estuvo en una sala durante unos días y luego empeoró, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia a la UCI. He estado en estado de shock".
Los médicos decirieron inyectarle a la niña de tres años la sangre de un paciente de Covid recuperado, pero sufrió una reacción. "Fue un momento aterrador", explica su madre. "Todo se vio afectado. Su corazón estaba agrandado en un 40% y su válvula izquierda estaba afectada. Sus riñones, su hígado [también]. El cuerpo de mi pequeña niña se estaba apagando. Si no hubiera progresado, la hubieran trasladado a un hospital infantil".
"Nunca dejé de llorar en todo el tiempo", afirma la madre. Desde entonces, Angelina ha sufrido pérdida de cabello y cambios de comportamiento, y asiste con frecuencia a un virólogo y un cardiólogo. Sin embargo, se está recuperando poco a poco de esta pesadilla. ç
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