La burbuja inmobiliaria vuelve a Girona
En marzo las operaciones alcanzan los niveles más elevados desde el estallido de la burbuja inmobiliaria
De enero a marzo hubo en la provincia 3.640 operaciones de compraventa, el doble que las 1.838 que hubo en el primer trimestre de 2012 | @EP
El sector inmobiliario ha dejado definitivamente atrás los estragos de la crisis de 2008. La compraventa de viviendas durante el primer trimestre en las comarcas gerundenses ha crecido un 20% respecto al mismo período de 2019, y ya se refleja con las cifras que allí había justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) certifican que la euforia inmobiliaria ha vuelto 14 años después del crack que hundió la economía mundial, y eso pese a (o precisamente por) las crisis de la pandemia y del aumento de precios.
De enero a marzo hubo en la provincia 3.640 operaciones de compraventa, el doble que las 1.838 que hubo en el primer trimestre de 2012. De hecho, son los mejores datos desde inicios de 2007 (3.822 operaciones), época en la cual apenas comenzaban a sonar los primeros truenos de la tormenta financiera que reventó la burbuja.
Las cifras mejoran mes a mes. El pasado marzo fue el más prolífico en cuanto a compra y venta de viviendas en Girona desde enero del 2008, con 1.274 operaciones, un 22% más que hace un año y casi cuatro veces más que hace una década. La diferencia con la situación que existía durante la primera década de los 2000 es en el tipo de vivienda transaccionada. En la época pre-burbuja las operaciones de compraventa estaban repartidas a partes más o menos iguales entre las de vivienda nueva, un sector estimulado por grandes promociones inmobiliarias, y las de segunda mano.
La crisis revirtió esa tendencia. En Girona a partir del año 2013 se empezó a ensanchar la diferencia entre ambas tipologías. La vivienda nueva iba a la baja y se estancaba, mientras que la de segunda no paraba de crecer y era la que marcaba el ritmo de la recuperación. En 2019, justo antes de la pandemia, el 83% del total de compraventas eran de viviendas usadas en la provincia.
La pandemia volvió a hundir durante tres meses esta tendencia, pero en julio de 2019 el crecimiento ha sido esponencial.
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