¿Puede una máquina realizar el trabajo de una persona?
Una de las preguntas que surgen a menudo es cómo afectará a la robotización a algunos puestos de trabajo. La sustitución de personal por máquinas es algo, pero algunos estudios dicen que la evolución de las máquinas se ha desacelerado desde 2010.
Una de las preguntas que surgen a menudo es cómo afectará a la robotización a algunos puestos de trabajo. La sustitución de personal por máquinas es un hecho, pero algunos estudios dicen que la evolución de las máquinas se ha desacelerado desde 2010.

En 2017, el Banco Mundial publicaba un documento reflexionando sobre esta transformación y llegaba a la conclusión de que diferentes expertos reconocen que los robots han llegado para sustituir a personas en las tareas más duras, repetitivas o peligrosas, a la vez que han permitido liberar recursos humanos y financieros, que pueden reasignarse a sectores con mayor rentabilidad.
La última consideración al respecto es un escrito del Foro Económico Mundial , que pone sobre la mesa la cuestión que para entender la forma en que la robotización afectará a la macroeconomía, es clave entender el progreso de la producción de estas máquinas y el ritmo de mejora de su calidad.
Esta velocidad ha estado bajando desde 2010 (hay escritos de entendidos como el profesor de Princeton Thomas Fujiwara), por lo que por varios expertos en la materia consideran que, en muchos casos, este miedo ahora mismo no debería existir.

El resultado de la disminución de la tasa de mejora de la calidad de los robots puede estar en línea con las conclusiones de los estudios recientes de economistas del Fondo Monetario Internacional y la Reserva Federal de Estados Unidos, que apuntan a un decrecimiento del progreso tecnológico específico de la inversión, es decir, una desaceleración del ritmo de descenso del precio relativo de los bienes de capital respecto a los bienes de consumo.
Esto se alinea con la hipótesis de que "las ideas son cada vez más difíciles de encontrar", defendida por Nicholas Bloom, profesor de economía de la Universidad de Stanford. Bloom considera que esta crisis también es de aplicación a la producción de robots.
PREOCUPACIÓN EN ESPAÑA
Hace apenas un año, en junio de 2021, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) realizó una encuesta a cerca de 8.000 personas. Casi la mitad los encuestados, un 45%, creía que las máquinas podrían ocupar su puesto de trabajo, fuera total o parcialmente, en los próximos 15 años.

Según la FECYT, la proporción es de 113 robots por cada 10.000 puestos de trabajo en el sector de la industria, y un informe de 2019 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) decía que aproximadamente un 55% de los trabajadores en España podrían estar amenazados por el proceso de robotización de sus funciones.
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