Israel y el sionismo: el origen del ideario nacionalista de Junts y los posconvergentes

Los lazos de Junts, y anteriormente Convergència y Unió (CiU), con el Estado de Israel son conocidas desde hace muchos años.

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Hace justo una semana la Comisión de Acción Exterior, Transparencia y Cooperación del Parlament aprobó una propuesta de resolución donde aseguraba que el régimen que aplica Israel en Palestina se puede considerar un crimen de "apartheid". La resolución fue aprobada por el PSC-Units, ERC, CUP y comuns, mientras que Vox y Cs se abstuvieron. Solo un partido se posicionó en contra de la moción, Junts, un voto previsible que se puede entender observando la historia del partido. 

 

Los lazos de Junts, y anteriormente Convergència y Unió (CiU), con el Estado de Israel son conocidas desde hace muchos años. El expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, reconoció en el prólogo del libro de la periodista Anna Figuera 'Jordi Pujol y los judíos. Construir la tierra prometida' el "papel importante" que Israel y el sionismo han jugado en la formación de su ideario nacionalista. A lo largo del libro, Pujol ensalzó  "la indudable voluntad de ser" que comparten los pueblos de Israel y de Catalunya. 

 

La escritora del libro, publicado en 2011, explicó en una entrevista que Pujol ya hacía referencia a Israel en su juventud para animar y dar esperanzas sobre el futuro de Catalunya como "un pueblo con voluntad de ser tanto tras la derrota de 1714 como durante la dictadura". Tras las conversaciones con el expresident, Figuera explica que Pujol reconocía en los catalanes la voluntad de ser que también emana el pueblo judío, aunque echaba de menos "cierto misticismo", algo que, según la escritora, el líder catalán quiso crear cuando estuvo al frente de la Generalitat. 

 

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La bandera israelí ondea en Jerusalen - UNSPLASH

 

Pujol, con su ideario, marcó un rumbo en su partido que fue seguido por Artur Mas. En 2013, el heredero del pujolismo y también expresidente de la Generalitat hizo un viaje oficial a Israel junto al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, con el propósito de reforzar los vínculos entre Catalunya y el Estado israelí en economía, educación, comercio e investigación. Durante la visita, el entonces presidente israelí, Shimon Peres, cedió a las exigencias de la Generalitat y retiraron la bandera española durante el encuentro con Artur Mas en el palacio presidencial de Jerusalén. Así, Mas consiguió dar la imagen que buscaba: una cumbre bilateral Catalunya-Israel. 

 

Artur Mas, igual que su predecesor Jordi Pujol, nunca ha escondido que su modelo era Israel. En 2016 aseguró que “como en Israel, en Catalunya también hay un pueblo determinado a ser libre”, y lo hizo durante una recepción benéfica organizada por la Comunidad Israelí de Barcelona (Cib) en conmemoración del Yom Ha’atzmaut, la festividad de la independencia de Israel. En ese evento el expresident fue premiado por haber “promovido la colaboración” entre Israel y Catalunya. 

 

La fijación de Mas y su entorno por el modelo de Israel era tal que no podían evitar establecer paralelismos con la política catalana. El mismo 2016 la diputada de la CUP Anna Gabriel afirmó que "alguien de JxSí dijo que la cabeza de un israelí (Artur Mas) vale por 10 palestinos (los diputados de la CUP)". Pero al final no fue así, y en esa ocasión ganaron los palestinos (la CUP), cortando la cabeza a Más, y acelerando la renovación del entorno posconvergente. Así, llegó Carles Puigdemont a la presidencia de la Generalitat, marcando un nuevo rumbo en muchos ámbitos pero siguiendo con una relación cercana con Israel. 

 

La legislatura del expresident de Girona fue corta y tuvo un objetivo claro: declarar la independencia de Catalunya, así que el apoyo del Estado de Israel iba a ser más importante que nunca. Puigdemont intentó buscar el apoyo de Tel Aviv para proclamar la independencia de Catalunya. Víctor Terradellas, exresponsable de relaciones internacionales de CDC, el partido de Pujol, Mas y Puigdemont, detenido en mayo de 2018  por presuntamente desviar fondos de la Diputación de Barcelona hacia la fundación CATMón cuando él la dirigía, reconoció que había organizado encuentros, tanto de Artur Mas como de Carles Puigdemont, con el Vicepresidente de Colombia, Germán Vargas; el embajador de Estados Unidos en España; el Presidente de Israel entre 2007 y 2014, Shimon Peres; y con emisarios del gobierno ruso que ofrecieron a Puigdemont una videoconferencia con Vladimir Putin.

 

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Los detenidos por la operación Estela

 

Además y según publicó El Confidencial, Jordi Puigneró, el actual vicepresidente de la Generalitat, se reunió con miembros del Shin Bet y del Mossad - las agencias de inteligencia de Israel- gracias a la conexión que le facilitó Víctor Terradella. Consiguió que Puigneró fuera recibido, quedando constancia de ello en un mensaje enviado el 27 de febrero de 2018 por el exresponsable de relaciones internacionales de Convergència al expresidente catalán Carles Puigdemont.

 

El acercamiento a Israel - y otros países- no funcionó, y Catalunya se quedó sola en el mundo cuando proclamó la independencia en 2017. Sin embargo, sí consiguieron apoyo mediático, con algún espaldarazo en la prensa israelí alabando la causa catalana. Un artículo publicado en el diario Haaretz en 2017 que firma uno de sus corresponsales, Asaf Ronel, aseguraba que los catalanes y los judíos tienen en común ser una "nación que ha sobrevivido cientos de años sin estado" y que arrastra "estereotipos de ser buenos en los negocios" que han contribuido a que sus deseos de independencia sean vistos como algo "de ricos" cuando en realidad tienen sus raíces en una "profunda identidad nacional". 

 

El discreto apoyo de Israel no sirvió para que Junts y los posconvergentes renunciaran a su romance con el nacionalismo sionista. En 2019 Puigdemont afirmó que "Catalunya e Israel tienen proyectos nacionales parecidos". "En Catalunya hemos visto a Israel como un proyecto nacional y cultural muy parecido: una nación perseguida, que ha tenido que proteger su lengua, que ha tenido que luchar contra grandes, incluso imperios que han intentado neutralizarla", dijo durante una entrevista. 

 

El romance entre Junts y el Estado israelí ha llegado hasta estos días, donde el partido se ha quedado solo en el Parlament al no condenar el 'apartheid' hacia el pueblo palestino. La sesión plenaria para condenar a Israel se realizó como una respuesta a Pegasus - el software israelí que el CNI usó para investigar a líderes independentistas-, y ni siquiera en ese contexto el entorno posconvergente pudo condenar a Israel. Porque, como dijo Pujol, el ideario nacionalista de su proyecto político proviene de una corriente ideológica muy concreta: el sionismo. 

 

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