“Dos copas en Sitges”: segunda parte de una serie de narrativa gay de Jose Diamond

Hasta bien entrado el siglo anterior hicieron furor los folletines, es decir aquellas novelas que atrapaban la atención del lector con la suficiente fuerza como para obligarle a seguir la peripecia de sus protagonistas más allá de las páginas de un solo libro, utilizando para ello al final de sus páginas el ardid de dejar abierta una intriga capaz de inducirle a adquirir el siguiente título de la serie. Como no hay nada nuevo bajo el sol, Josu Diamond utiliza esta aviesa técnica para conseguir la atención de sus lectores y tal cual ya advirtió en “Un cóctel en Chueca”, los problemas erótico-amorosos de Iker, Mauro, Andrés y Gael continúan en “Dos copas en Sitges” (B Penguin Random House)

Diamond cultiva la narrativa exclusivamente gay -los personajes heteros prácticamente no aparecen- en la que trata de representar un colectivo de este tenor español, joven, urbanita o con deseos de urbanizarse pronto y escapar de la “España vaciada” -casos de Mauro y Blanca-, de tal modo que los protagonistas se caracterizan por representar los esquemas mentales, hábitos y usos sociales y/o sexuales de su generación y contexto. Dicho esto, añadiremos que no utiliza para ello un tratamiento doctoral y con pretensiones de establecer parámetros que inviten a profundizar en los diferentes aspectos propios de este sector concreto, sino que ha optado por algo mucho más ligero que se basa en la peripecia personal de los personajes -su nombre encabeza cada capítulo-, y describe sus conductas, emociones, afinidades y, por supuesto, sus respectivas prácticas sexuales que, en determinados momentos, son tratadas con alto voltaje y notable crudeza -el encuentro entre Iker y Alessio-, lo que induce a colegir la ciencia propia de su autor. Hay, así mismo, algunos elementos dramáticos, como los referidos al citado Iker y a sus conflictivas relaciones familiares, o al descubrimiento que hace Andrés de la herencia recibida de su nefasto amigo Efrén. Y, en fin, habrá que añadir que Sitges sólo aparece tangencialmente al principio del texto, puesto que este nuevo episodio discurre en buena medida, como el anterior, en Madrid, que es el paisaje que Diamond por lo visto domina, por lo que la cita de la localidad barcelonesa más parece un recurso de cubierta que un contexto narrativo real.

“Dos copas en Sitges” es, con todo, una novela voluminosa -¡más de 500 páginas!-, entretenida, en cuyas páginas acaso se reconozcan algun@s, mientras que a otros les sirva a título de información sobre las formas de vida de la comunidad gay y de sus libérrimas, y en algunos casos imaginativas, prácticas sexuales. 

Otrosí: aunque hay un desenlace feliz -al colectivo le toca en suerte disfrutar de un divertido crucero-, Diamond utiliza la misma artera táctica que en su novela anterior y deja abierta la espita de lo que puede ocurrir en la, anunciada desde ahora, tercera entrega del folletín ”Tres chupitos en Mikonos” (¡estos barbianes cada vez se van más lejos! igual en la cuarta entrega acaban San Francisco…)